La Paz, Baja California Sur, (OEM-Informex).- El barco San Guillermo de la empresa Transportación Marítima de California (TMC) fue llevado a puerto luego de que el pasado sábado se registrara un incendio a bordo, en el que resultaron afectados tres camiones; uno cargado con maíz, otro con palmas y uno más con contenedores de plástico.
Hasta ahora el ferry parece no tener daños, sin embargo siguen las revisiones y en espera del peritaje con el que se establecerán las posibles causas del incendio que se registró a unas dos millas del Islote de San Rafaelito, cuando estaba por ingresar al puerto de Pichilingue en su travesía procedente de Topolobampo.
Fuentes de El Sudcaliforniano señalaron que las primeras versiones apuntan a que el siniestro habría iniciado en un termo king de un camión de carga, y que no hubo heridos ni lesionados en este percance.
Aunque el combate del fuego se inició desde la misma embarcación, fue necesaria la intervención del remolcador Galante, cuyas potentes bombas especialmente diseñadas para atender este tipo de siniestros, rociaron con abundante agua al ferry.
El incendio fue visto desde varios kilómetros de distancia debido a la intensa humareda que emitió, lanchas de pescadores ribereños y de pesca deportiva que se ubicaban en la cercanía acudieron al sitio para prestar ayuda y vía radio se pidió a las embarcaciones cercanas acudieron al lugar del siniestro para ofrecer apoyo.
Al cierre de esta edición el buque San Guillermo se encontraba navegando con sus propias máquinas rumbo al puerto de Pichilingue para iniciar las maniobras de descarga.
Suscríbete aquí a la edición digital de El Sudcaliforniano
La presencia de grandes embarcaciones en la bahía de La Paz ha sido motivo de gran polémica en últimos meses más críticos de la pandemia de Covid-19 se fondearan en la bahía varios cruceros turísticos que a causa de la emergencia sanitaria dejaron de navegar.
La presencia de estas grandes embarcaciones generó una protesta social, cuya protesta se amplió hacia el proyecto de un muelle de cruceros que finalmente se frustró.
El proyecto estaba a cargo de Aquamayan Adventure SA de CV, y además de la construcción de infraestructura, se pretendía dragar más de 78 mil metros cúbicos de arena en una zona muy cercana al Área Natural Protegida de Balandra, lo que según los grupos opositores causaría un daño a la flora y la fauna del sitio.