La Paz, Baja California Sur. (OEM-Informex).- Debido al crecimiento de la población a nivel mundial y al uso de agua en diversas actividades, la crisis del agua se ha agravado a nivel global, sin embargo, es conocido que La Paz y Los Cabos fueron anunciadas como las ciudades latinoamericanas que están más cerca de llegar al “Día cero”, al agotarse todas las reservas de este vital líquido.
De acuerdo con la última actualización del Programa Aqueduct del Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés), México se encuentra en el lugar número 24 de un total de 164 países que poseen un alto estrés hídrico, ya que consume anualmente entre el 40 y 80 por ciento de su agua disponible.
Sin embargo, lo alarmante es que de acuerdo a este mismo programa, la WRI señala que Baja California Sur es la entidad con el mayor grado de estrés hídrico (5), con la puntuación máxima posible, seguido de Guanajuato (4.94), Ciudad de México (4.90), Aguascalientes (4.81), Estado de México (4.76), Querétaro (4.71), Hidalgo (4.63), Chihuahua (4.63), Zacatecas (4.63) y Sonora (4.60).
PROPUESTAS PARA REVERTIRLO
En BCS, se han vislumbrado algunas propuestas para revertir el estrés hídrico, como invertir en infraestructura gris como presas, bordos, acueductos, plantas potabilizadoras o de tratamiento residual, así como la idea de abrir desaladoras, sin embargo esta propuesta es considerada como no viable y como el último recurso para tener agua, de acuerdo con la investigadora Patricia Hernández, de Es Posible, ya que en el proceso de desalinizar se generan grandes cantidades de salmuera (sal concentrada) que “tiene que desecharse, y tanto en el mar como en la tierra, provocaría daños alterar el equilibrio ambiental”.
Además señala que la salmuera no solo afectaría la zona de descarga, sino que a través de la lluvia se podría poner en riesgo las zonas críticas para la pesca, la acuacultura, el turismo y la agricultura, sin dejar de mencionar que, “una planta desaladora además es una gran consumidora de energía. Hacer una apuesta más a los combustibles fósiles es una carga más a la de por sí rebasada demanda de energía eléctrica y un costo adicional”.
ESTRÉS HÍDRICO
El estrés hídrico sucede cuando la demanda de agua es más grande que la cantidad disponible, de acuerdo con el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), por lo tanto, esto genera deterioro de los recursos del agua dulce en términos de cantidad y de calidad, ya que el estrés se refiere a sequía y a desertificación, a falta de agua, pero al mismo tiempo se refiere a exceso de agua con respecto a inundaciones y crecidas de ríos.