La Paz, Baja California Sur.- La Paz, Baja California Sur. - Este primero de diciembre de 2023 se cumplen 50 años de la inauguración oficial de la Carretera Federal número 1 “Benito Juárez” en 1973.
Esta obra de infraestructura de mil 711 kilómetros, transformó la geografía, la sociedad y la vida de Baja California y del hoy estado de Baja California Sur.
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Se inauguró por Luis Echeverría Álvarez como presidente de México y Félix Agramont Cota, gobernador del entonces Territorio de Baja California Sur, el primero de diciembre de 1973, en una ceremonia solemne con 15 mil asistentes de todas partes de la península.
Echeverría estuvo rodeado de colaboradores e izó la bandera mexicana al son del himno nacional, en una ceremonia solemne que quedó grabada en la memoria de los habitantes de Baja California; “Águila en Vuelo”, monumento develado en el paralelo 28, representa a las dos penínsulas, una en cada ala.
La construcción de la Carretera Transpeninsular cristalizaba un sueño dorado para los bajacalifornianos a lo largo de los años quienes con insistencia pedían esta obra; había ciudadanos de Sonora hasta Cabo San Lucas, lo que significó la importancia para el desarrollo de la región.
Entre los numerosos invitados del presidente, se encontraba Emilio “El Tigre” Azcárraga Milmo, propietario y dirigente del Grupo Televisa, tras fusionar en enero ese mismo año al Telesistema Mexicano (Canal 2, 4 y 5) y la Televisión Independiente de México (Canal 8). También Manuel Espinoza Iglesias, gerente general del sistema Bancos de Comercio.
Félix Agramont Cota, agradeció al presidente Echeverría y afirmó que la Carretera Transpeninsular marcó un antes y un después en la historia de la península, dividiendo dos eras económicas y sociales en "antes de la carretera" y "después de la carretera".
Agradeció al presidente por cumplir la promesa de esta obra, que no solo representó un logro económico y de conectividad, sino también un compromiso contraído con el desarrollo integral de la región.
Echeverría, en su discurso, recordó haber dado su promesa en 1969, durante un diálogo en “El Arco” a pocos kilómetros del sitio inaugural, al abordar la necesidad de concluir la carretera que “la Revolución” había iniciado décadas atrás, en los años 30.
Destacó la importancia de la obra como un factor de progreso y unión para la península, subrayando que la transpeninsular no solo comienza ni termina en Cabo San Lucas, es parte integral de México. Aseguró que la obra no sólo fue económica y cultural, sino también un ejemplo de desarrollo independiente.
Pidió a las nuevas generaciones a defender a México ante las acechanzas externas y a trabajar incansablemente para contribuir al avance progresista.
Se entregaron títulos de tierras a diferentes ejidos del territorio y se destacaron acciones de apoyo social, como la entrega de ayuda económica a viudas afectadas por un accidente carretero, por un importe de 5 mil pesos, según quedó registrado por el periodista Miguel Guzmán Cárdenas, de la revista California Gráfica.
Luis E. Bracamontes, secretario de Obras Públicas, en el libro "Paralelo 28" de Enrique Cárdenas de la Peña, donde destacó haber hecho realidad la promesa presidencial y la madurez de la ingeniería mexicana al completar la carretera en la mitad del tiempo previsto.
Su conclusión no solo resolvió problemas logísticos, sino que también evidenció la capacidad tecnológica mexicana y el esfuerzo armonioso de los trabajadores de la Secretaría de Obras Públicas, aseguró.
Como personas clave en la construcción destacó a los subsecretarios Rodolfo Félix Valdés y René Etcharren Gutiérrez, el Oficial Mayor, Andrés Caso y el maestro de camineros, el fallecido Ricardo Pineda.
CAMINOS MISIONALES: ANTECEDENTE DE LA TRANSPENINSULAR
El libro "Paralelo 28" de Enrique Cárdenas de la Peña sobre esta obra carretera, hace referencias a sus caminos desde la leyenda de Calafia hasta las exploraciones marítimas de Francisco de Ulloa y Juan Rodríguez Cabrillo en el siglo XVI, la geografía accidentada y la falta de tierras fértiles hacían que la península fuera difícil de colonizar.
En 1684, la expedición de Isidro de Atondo y Antillón, acompañada por el padre Eusebio Francisco Kino, estableció la primera colonia permanente en las márgenes del arroyo de San Bruno, unos 20 kilómetros al norte de la hoy ciudad de Loreto. Sin embargo, las exploraciones revelaron que las tierras carecían de aptitud para la agricultura.
La necesidad de atravesar la península llevó al esfuerzo del padre Francisco María Piccolo y soldados en 1699 para superar terrenos impracticables. El padre Kino y el padre Clemente Guillén, entre 1719 y 1721, realizaron expediciones buscando establecer misiones y ranchos.
Aunque enfrentaron desafíos como la falta de recursos y la dureza del trabajo, sus contribuciones fueron fundamentales; Fray Junípero Serra, el padre Juan María de Salvatierra, Piccolo, Kino, Guillén, y Wenceslao Link destacan como figuras centrales en la exploración y establecimiento de rutas en la península.
A pesar de la dificultad para abrir caminos en terrenos hostiles, las misiones se erigieron como puntos de referencia y comunicación, seleccionadas estratégicamente en lugares con indígenas, agua y tierra aprovechable.
Registros históricos de las distancias entre sitios a lo largo de la península proporcionan una visión clara de la geografía y conectividad de la región. La persistencia de misioneros y soldados a lo largo de décadas destaca el legado histórico de la exploración y colonización de Baja California.
EL OTRO MÉXICO
El autor Fernando Jordán, en su obra "El Otro México", resalta la particularidad y las condiciones de aislamiento geográfico de la Baja California, donde la gente no está sujeta a la esclavitud del tiempo y no tiene prisa por llegar a ningún lugar.
En las regiones menos urbanizadas, los caminos son descritos como brechas lentas, recorridas a la velocidad de la contemplación en lugar de la velocidad de los vehículos. Aunque son incómodos, estos caminos se perciben como extraordinariamente atractivos, lo que destaca la belleza y la serenidad de la región.
El enfoque relajado hacia el tiempo y la movilidad revelaba una perspectiva de Baja California sobre la conexión entre la geografía, la cultura y la velocidad de vida en la región
IMPACTO HISTÓRICO A TRAVÉS DEL TIEMPO
En una entrevista para El Sudcaliforniano, Alejandro Telechea Cienfuegos, maestro en Historia y director del Archivo Histórico Pablo L. Martínez, ofreció su perspectiva detallada sobre el impacto histórico y económico de la Carretera Transpeninsular.
Telechea inició el recorrido histórico destacando la dificultad de comunicación en la región antes de la inauguración de la carretera. Describió cómo la conexión entre La Paz, Santa Rosalía, y Cabo San Lucas se realizaba principalmente por vía marítima.
Mencionó la introducción de la Zona Libre a finales de los años 50, un hito que generó un auge económico en la región. Esto permitió la venta de productos importados en la frontera, atrayendo a compradores conocidos como "fayuqueros", provenientes del centro del país.
Destacó la proyección turística como uno de los objetivos clave de la Carretera Transpeninsular. Resaltó que la infraestructura buscaba mostrar la belleza natural de la península, combinando el desierto y el mar.
La construcción de puentes innovadores, como el de Mulegé, el primero en forma curvada en México, se destaca como una hazaña que marcó la ingeniería nacional, aseguró Telechea.
Abordó los desafíos que los constructores enfrentaron al atravesar zonas montañosas y caudales de arroyos, factores que aún afectan la carretera en épocas de lluvias intensas.
La inauguración oficial en 1973 por el presidente Luis Echeverría marcó la culminación de una iniciativa que transformó la comunicación y el desarrollo económico de la región.
Telechea reflexionó sobre cómo Baja California Sur, a pesar del llamado "milagro mexicano", se mantuvo al margen de los grandes movimientos económicos y sociales a nivel nacional.
Los movimientos regionalistas surgieron como respuesta a las desigualdades que la región experimentó, y la Carretera Transpeninsular se erigió como respuesta a esas demandas.
Como legado de una época de transformación, la Transpeninsular no solo conecta puntos geográficos, sino que también teje una historia de desarrollo, desafíos superados y un futuro proyectado a través de la infraestructura que une el pasado y el presente de la región.
La historia de Baja California revela cómo los esfuerzos de exploración y colonización, marcados por personajes intrépidos, allanaron el camino para la moderna Carretera Transpeninsular, que conecta no solo puntos geográficos, también eras y legados que perdurarán por siglos.
LA RECTA MÁS LARGA DE MÉXICO
En Baja California Sur, se extiende el tramo de carretera más largo y recto del país, ocupando el segundo puesto a nivel mundial con una longitud total de 168 kilómetros. Este tramo abarca principalmente el municipio de Comondú y una porción menor del municipio de La Paz.
Este tramo forma parte de la Carretera Transpeninsular, y su inicio se encuentra en el municipio de La Paz, arrancando en el pequeño poblado de Santa Rita, ubicado en el kilómetro 157 del tramo carretero La Paz-Ciudad Insurgentes.
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A lo largo de su recorrido, atraviesa localidades como Villa Morelos, Ciudad Constitución, Ciudad Insurgentes, Ignacio Zaragoza, La Poza Grande, Francisco Villa, culminando su tramo recto cerca del entronque a Las Barrancas y continuando hacia el poblado de La Purísima. Este segmento concluye en el kilómetro 86 del tramo carretero Ciudad Insurgentes - La Purísima.
REPARACIONES EN LA CARRETERA TRANSPENINSULAR
En septiembre de 2023, el huracán Hilary ocasionó severas afectaciones en la carretera transpeninsular, generando cortes y complicaciones en la vía.
Marco Antonio Gutiérrez de la Rosa, director general de la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (SCIT) en el estado, detalló que la zona del Vizcaíno y el arroyo San Pablito fueron fuertemente afectados, con escurrimientos que cerraron la circulación por más de 10 horas.
“La cuesta del infierno también sufrió daños en una alcantarilla con más de 50 años, ambas estructuras han sido reparadas y están plenamente operativas”
En cuanto a la inversión, informó que más de 330 millones de pesos provenientes de recursos extraordinarios se destinaron a las obras de reconstrucción. A lo largo del año, se invirtieron 860 millones de pesos en diversas acciones, desde conservación rutinaria hasta rehabilitaciones de puentes y modernización de la carretera.
“Parte de estos fondos fueron transferidos al Gobierno del Estado, con 150 millones destinados a la modernización de la carretera de Vizcaíno hacia Guerrero Negro”. A pesar de los desafíos presentados por Hilary, Gutiérrez destacó que el tránsito en la carretera transpeninsular al norte se restableció rápidamente, subrayando el continuo compromiso de la SCIT con la infraestructura y la seguridad vial en la región.
