La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Hoy es domingo de Resurrección y es la fiesta más importante para los fieles creyentes los cuales en esta ocasión celebraron desde la intimidad de sus hogares que Jesús resucitó,esto debido a la cuarentena que se vive en México y BCS, por el virus de Covid-19.
Los católicos desde sus casas alabaron que Jesucristo resucita después de la crucifixión, fue al encuentro con los apóstoles y luego subió al cielo, con esta celebración se concluye con la Semana Santa, la cual se vivió de manera diferente en esta ocasión no hubo misa dominical, en la cual siempre se recuerda de manera especial este pasaje de la biblia. Se enciende el Cirio Pascal que representa la luz de Cristo resucitado y el cual permanece prendido hasta el día de la Ascensión.
La suspensión de actividades no esenciales o las cuales reúnen a ciento de personas fueron suspendidas desde el pasado 18 de marzo cuando el vocero de la Diócesis de La Paz, Juan Gómez Esqueda anunció que todas las parroquias e iglesias cancelarían las actividades que se tenían programadas por la Semana Santa.
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Luego de esta determinación la celebración de la semana mayor fue a puertas cerradas, solo los sacerdotes, el personal mínimo indispensable, sin fieles creyentes.
El obispo de La Paz, Miguel Ángel Alba Díaz, en su mensaje del Jueves Santo pidió a los católicos cuidar su salud y que compartieran el pan con los más necesitados.
“En este este día Jesús nos dijo ‘Este es mi mandamiento, que se amen unos a otros como yo los he amado’ y nos enseñó que el amor se vive con hechos, compartiendo nuestro pan y nuestros bienes con los demás y sirviendo con generosidad y humildad a los hermanos, como Él lo hizo al lavar los pies de sus apóstoles y al partir el pan para ellos”.
La celebración de Semana Santa entre los católicos se ha vivido diferente, los creyentes han tenido que salir a las banquetas de sus casas para observar de lejos el viacrucis, recibir la bendición y de nueva cuenta regresar al aislamiento social que se vive por Covid-19.
Previo al domingo de resurrección, el sábado la iglesia Católica medita la pasión y muerte de Jesucristo, así como su descenso a los infiernos y su resurrección. De manera habitual las diversas iglesias realizaran la Vigilia Pascual que concluye con la renovación bautismal, sin embargo, todas estas actividades no se realizaron ya que se vivió una Semana Santa atípica.
Lo mismo ocurrió el Viernes Santo, la representación del viacrucis fue distinta algunos sacerdotes salieron a recorrer las calles de su demarcación ante la imposibilidad de que los católicos acudieran a los templos, la respuesta de los fieles fue notoria, salieron a presenciar desde las banquetas de su casa esta celebración.
Con esta celebración se concluye con la Semana Santa, la cual se vivió de manera diferente, en esta ocasión no hubo misa dominical
El obispo Miguel Ángel Alba Díaz, dijo que esta Semana Santa la gente no podría visitar a Jesús, sin embargo, este visitó de muchas maneras las casas, hospitales, para atender a los enfermos y personas en duelo o soledad.
De igual manera, manifestó que la cuaresma y la semana mayor son para acercarse a Dios, sin embargo, en muchas ocasiones la playa, salir de vacaciones o pasear, son mejores opciones para esta fecha, dejando a un lado el verdadero significado de esta celebración.
Alba Díaz, pidió que este domingo de resurrección se lea el pasaje bíblico de la resurrección del Señor, recen junto a la familia, luego, salgan, adornen la fachada de sus casas con signos de alegría, manifiesten su fe y muestren que Cristo vive, que Cristo está con nosotros, que Cristo se quedó aquí, porque el Señor resucitó.
Este día de nueva cuenta los templos permanecieron cerrados, los fieles creyentes no se dieron cita para celebrar juntos la resurrección de Jesús, pero la fe se vivió desde los hogares católicos. Fue así como en medio de una contingencia sanitaria por el virus del Covid-19 el cual apareció en diciembre del año pasado en Wuhan, China y llegó a México el pasado 27 de febrero, se vivió una Semana Santa atípica, la cual llamó a la reflexión sobre la situación que se vive en todos los ámbitos desde la emergencia sanitaria, la económica y en lo social, en esta última el de repensar el daño que quizás los humanos le han hecho al mundo.