La Paz, Baja California Sur.- El subsecretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Gobierno del Estado, Andrés de los Ríos Luna, inauguró el ciclo de conferencias con las que investigadores, académicos, funcionarios y defensores del medio ambiente conmemoraron el XXV aniversario del decreto de creación de la Reserva de la Biósfera Sierra La Laguna emitido en junio del año 1994 por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari.
En su intervención, el funcionario estatal destacó la importancia de esta Área Natural Protegida de aproximadamente 112 mil hectáreas de los municipios de La Paz y Los Cabos por su aportación a la recarga de los mantos acuíferos con más de 1,200 milímetros de precipitaciones cada año, contra los 200 promedio del resto del estado.
Señaló que Sierra La Laguna es también relevante por su contribución a la cultura sudcaliforniana y citó como ejemplo que en sus alrededores se establecieron 4 de las 14 misiones jesuíticas que se construyeron a lo largo del estado; la sierra es identidad y arraigo, al tiempo que confió en que la defensa de esta ANP que se haga desde Baja California Sur habrá de superar a cualquier política equivocada o errónea que venga desde otros lados.
El evento, que tuvo una escasa asistencia, se llevó a cabo en el Poliforo de la Universidad Autónoma de Baja Californias Sur y, entre otros, asistieron investigadores del CIBNOR y de la UABCS y funcionarios municipales, federales y del estado.
Fueron ponentes en las conferencias Alfredo Otega Rubio, José Luis León, Patricia Galina, Ricardo Rodríguez, Fermín Raygadas, José Antonio Pérez y Emer García.
Ejidos rechazan más ANP: Olachea
El dirigente estatal de la Confederación Nacional Campesina, Norberto Olachea, señaló que los ejidos han sido los más afectados con la creación de las Áreas Naturales Protegidas en virtud de las restricciones que se imponen a las actividades productivas, citando el rechazo total de prácticamente la totalidad de los 20 ejidos de los municipios de La Paz, Comondú, Loreto y Mulegé al proyecto de una ONG que quería se decretara una Reserva de la Biósfera en las sierras La Giganta y Guadalupe, en una superficie de 1.6 millones de hectáreas que los ambientalistas aspiraban a adjudicarse para sí como su zona de trabajo a perpetuidad.
Ningún avance, puro retroceso
Adolfo de la Peña, varias veces comisariado del ejido minero ganadero San Antonio, afirmó que para los ejidos aledaños a esta ANP el impacto ha sido negativo y en nada les ha traído progreso o desarrollo; tampoco hay programas para la recuperación de la sierra y a sus rancheros ahora les enseñan a hacer dulces regionales “de plástico”, es decir con pectina y no con azúcar como se hacían antes.