La Paz, Baja California Sur (OEM - Informex).- Aunque los propietarios del hotel Grand Plaza han declinado aportar mayor información sobre el cierre de esa empresa, de manera extraoficial se sabe que fue derivado de un litigio que culminó con un embargo, por lo que no se descarta que luego de la conclusión o arreglo de este juicio pueda reanudar operaciones, aunque se desconoce una fecha tentativa, ya que se trata de procesos que pueden durar hasta años.
El Gran Plaza se ubica por la salida al norte, operaba desde los años 90 y durante algún tiempo fue uno de los más gr andes y más concurridos de La Paz.
Con este, van dos hoteles que cierran en la capital, el otro es Los Arcos que enfrenta una huelga de más de 14 años.
Pese al hermetismo en torno al embargo al Grand Plaza, era del dominio público que desde hace años enfrentaba problemas económicos y había versiones de que estaba en venta.
Esta situación prevaleció durante más de una década hasta que finalmente cerró sus operaciones, y con ello, más de 100 trabajadores de base y de confianza perdieron su fuente de empleo, según cifras extraoficiales.
Funcionarios estatales también desconocen los motivos del cierra, aunque han señalado que fue por motivos particulares y no atribuibles al desarrollo de este destino turístico, en donde por el contrario, están llegando más inversiones, una versión que coincide con lo declarado hace unos días por el presidente de la Asociación de Empresas Hoteleras y Turísticas de La Paz (EMPRHOTUR) Iván Martínez, respecto de 5 hoteles que iniciarán operaciones antes de tres años en este municipio y que estarían marcando el despegue del sector atrayendo más visitantes y más vuelos.
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Hasta ahora no se conoce qué sindicato tenía la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo, hay señalamientos de que se trata de un sindicato de protección con domicilio en la ciudad de Monterrey; no obstante, líderes de otros gremios informaron que antes que el juicio mercantil, la ley protege los derechos de los trabajadores, de tal manera que el sindicato deberá de iniciar a la brevedad un juicio para adjudicarse los bienes con los que se garantice la liquidación que corresponda a cada trabajador, dependiendo de sus años de antigüedad.
No se trata de una acción automática sino de un proceso legal que deberá culminar también en un embargo, señalando los bienes que se puedan realizar lo más pronto posible para cubrir el monto de las liquidaciones, y en su caso pactar con los nuevos dueños para que una vez abierto de nuevo, se contrate a los mismos empleados; si los trabajadores no son defendidos por el sindicato por tratarse de un sindicato de protección, pueden acudir a la Secretaría del Trabajo para que los oriente y garanticen el respeto a sus derechos.