La Paz, Baja California Sur.- Actualmente, el Instituto Mexicano del Seguro Social en el estado solo cuenta con un oncólogo médico, Carlos Ramos Juárez, quien es el encargado de brindar atención todos los derechohabientes con cáncer de la entidad sudcaliforniana. Por día, atiende entre 16 y 18 pacientes. Durante septiembre del año pasado, llegó a recibir a 30 pacientes en un solo turno, por órdenes de sus directivos del IMSS.

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En octubre de 2023, fue incapacitado un mes por síndrome de agotamiento mental a causa de un hostigamiento y acoso laboral en la clínica #34 de La Paz. Había manifestado que, a pesar de tener el conocimiento de que su otro colega se jubilaría y quedaría solamente él durante casi todo el 2023, el IMSS en Baja California Sur no abrío más plazas para oncólogos médicos.

“No sé por qué los directivos no previeron que se iban a quedar sin un oncólogo; yo creo que es una negligencia de los directivos porque ellos ya estaban más que enterados de que el doctor se iba a jubilar”, expresó Ramos Juárez en octubre de 2023.

Meses atrás, algunos pacientes recibían quimioterapias por parte de médicos no especialistas en las instalaciones de la clínica #34; lo que, aunado a otros factores, provocó el empeoramiento en la enfermedad de sus pacientes.

“Están maltratados, que algunos han progresado su enfermedad, algunos tienen mucha toxicidad al tratamiento y el reclamo viene hacia mí cuando yo no aplique ese tratamiento, yo pienso que tres de cada 10 pacientes se presentan con toxicidad, y ya he visto también en la consulta que ya muchos pacientes no llegan. Fallecen, muy probablemente”, puntualizó Ramos Juárez en octubre de 2023.

Ahora, en febrero de 2024, los estragos por lo sucedido en 2023 se perciben más fácilmente, comentó el oncólogo médico; aunado a las circunstancias actuales que esta institución de salud pública afronta hoy en día: desabasto de medicamentos, falta de especialistas y retrasos en los tratamientos.

AGREDEN AL ÚNICO ONCÓLOGO DEL IMSS EN BCS

El 13 de febrero del año en curso, un familiar de una paciente oncológica, quien falleció hace unas semanas, agredió a Ramos Juárez en las instalaciones de la Unidad Médica de Atención Ambulatoria (UMA) junto a la clínica #34, acusándolo de haber sido el culpable de su muerte. Es el primer caso de agresión hacia el personal de salud en la capital del estado, señalaba el médico.

Un día después, el 14 de febrero, fue a la Procuraduría General de Justicia en el Estado de Baja California Sur (PGJE) para denunciar lo sucedido. Sin embargo, no fue posible dar seguimiento, por falta de evidencia.

“No hay un crimen, y como no lo amenazó y no hubo agresión física, no se puede hacer una denuncia”, me dijeron. “Como tiene que haber marca y evidencia de que me agredieron… No traía ningún golpe ni nada. Salió todavía peor… Entonces, dije no, pues mejor no le muevo”. “Y en el IMSS, el Sindicato está trabajando para que no vuelva a suceder. Pero ¿Entonces cualquier persona me puede ir a gritar y no pasa nada?”, manifestó Ramos Juárez, el 15 de febrero de 2024.

En septiembre del año pasado, él ya le habría adelantado el diagnóstico no tan favorecedor de la paciente, y tras esto, surgieron disputas al momento de la consulta, comentó.

“Yo tuve un altercado con la paciente en septiembre. De hecho anoté todo en la nota clínica; ella me empezó a agredir… Tuvimos una discusión y yo le dije que hay que tramitar su tratamiento. Luego, se empezó a molestar y me empezó a decir cosas muy personales. Ya fue cuando Trabajo Social empezó a calmar a la paciente”, relató Ramos Juárez el 15 de febrero de 2024.

Los derechohabientes presenciaron lo ocurrido en el área de checador de la clínica. Pero nadie dijo nada, solamente quien acompañó a la persona agresora intentó detenerla.

“Llegó y empezó a agredirme en el área de checador. Fueron agresiones verbales, primero. Yo no respondí a nada; me iba gritando, hasta que me intentó golpear con su mano. Parece que a los directivos… Se ve que no les interesa; porque ya el Sindicato está hablando con ellos. Entonces, no sé qué va a pasar la verdad”, expresó Ramos Juárez el 15 de febrero de 2024.

Para Ramos Juárez, la crisis actual en materia de oncología era una “bomba de tiempo” que se iba a dejar venir pronto. La agresión hacia su persona refleja una parte del colapso médico oncológico que vive Baja California Sur.

DESABASTO Y RETRASO

De acuerdo con el oncólogo médico, al momento algunos pacientes se han retrasado entre 6 y 8 semanas en sus tratamientos, lo que incide en su condición de salud.

“Se retrasaron los tratamientos de varios pacientes por algunos medicamentos. Honestamente, yo les dije: ‘tienen que ir a quejarse, porque si no, no los van a atender’. Pero bueno, es a lo que uno se arriesga”, comentó Ramos Juárez el 15 de febrero de 2024.

Baja California Sur se encuentra entre los primeros 15 lugares a nivel nacional en muertes por cáncer, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), con 67.7 defunciones por cada 100 mil habitantes.

INEGI por su parte señala que en 2020, el 73.7% de los sudcalifornianos afiliados a algún servicio de salud, son derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Al respecto, según la Secretaría de Salud del Estado de Baja California Sur (SSa BCS), del año 2021 a la última semana de agosto de 2023, murieron 798 derechohabientes del IMSS Baja California Sur por cáncer. De esa cifra, 230 fallecieron en los 8 meses del año pasado, mientras que 297 en el 2022 y 230 en el 2021.

TRES TESTIMONIOS

Miguel, esposo de María Luisa Gálvez, una paciente oncológica de 56 años en la clínica #34 del IMSS compartió: “Ningún medicamento me ha faltado, pero muchos siguen batallando. De hecho había una señora que le iban a poner quimioterapia y no había lo que le iban a poner”, comentó un paciente oncológico de manera anónima, el 20 de febrero de 2024.

“No tienen los reactivos, los químicos para realizar la inmunohistoquímica lo están mandando a un hospital privado, subrogado. Pero en este laboratorio no mandan los resultados a tiempo. Y sin los resultados yo no puedo administrarle algún medicamento. Y subí con la encargada y me dijo del proveedor. Pero cómo es posible que 5 días no tengan los resultados”, expresó el señor Miguel, el 20 de febrero de 2024.

Anaisis, una paciente oncológica de 36 años, habló de temor e inseguridad por realmente lograr un tratamiento oportuno en la Clínica #34 del IMSS.

Ella vive a 10 horas de La Paz. Cada 28 días acude por sus tratamientos y al momento lleva una semana sin contar con el costoso medicamento, de arriba de 80 mil pesos.

Refirió que nunca antes se había encontrado en este tipo de situaciones en el hospital, pero teme que en marzo, en su próxima cita, tampoco tengan el medicamento.

"Me presenté en la farmacia con mi receta médica y no tienen el medicamento en existencia. Subí a administración a levantar una queja, pero me comentan que tengo que esperar unos días para ver si hay alguna respuesta; mi situación económica está muy afectada debido a la enfermedad”, manifestó Anaisis, el 16 de febrero de 2024.

Otra paciente de 70 años, diagnosticada con cáncer de colon nivel avanzado, aseguró en octubre del año pasado estar “desahuciada” por la falta de atención médica oportuna. En ese momento, mientras el doctor Ramos Juárez se encontraba incapacitado, casi 10 pacientes de primera vez no fueron atendidos por falta de oncólogo.

En su momento, a tal paciente le indicaron acudir a la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Especialidades N° 2 “Luis Donaldo Colosio Murrieta” en Ciudad Obregón, Sonora para continuar con el tratamiento.

“No se vale que todo lo que me pasa es porque no se apuran a atender a uno… Viera cómo me dolió ver tanta gente ese día. Nos dijeron que yo tenía que irme a Obregón para que me dieran fecha para programarme para la operación, y que después iba a regresar a la operación… Nombre, ya sabrás cómo me puse, mal. Entonces ya le dije yo todo a mi esposo y me dijo, «sabes qué, pues ni modo, vamos a ver qué hacemos, pero necesitamos que te atiendas en particular»”, relató la paciente en octubre de 2023.

Derechohabientes expresaban las preocupaciones en torno a su diagnóstico, pues ya escuchaban que el traslado, aún subrogado, es costoso y en ocasiones la cita no era gestionada correctamente, tras también estar saturado en ocasiones el hospital en Cajeme.

SIN RESPUESTA POR PARTE DEL IMSS BCS

En enero de 2024, personal del IMSS de Sudcalifornia que prefirió mantener su identidad en anonimato por temor a represalias, comentó que a nivel nacional existe un desabasto oncológico.

“Que sí tenemos un problema de medicamento oncológico, sí. De hecho, la tarea que tengo es informar a mis autoridades de la delegación y a mi director, los pacientes y claves; pero sobre todo, tratar de conseguir proveedor lo más pronto posible”, comentó personal médico del IMSS BCS en enero de 2024.

El 29 de diciembre de 2023, los contratos de proveedores con oncología terminaron. Y al momento de pedir cierta cantidad de medicamentos, llegan incompletos y retrasados. La culpa no recae solamente en el área directiva del estado, sino también ante quienes se encargan a nivel federal, puntualizó el personal del IMSS en Baja California Sur.

“Los medicamentos oncológicos, por el costo, no los podemos comprar como una compra normal como el paracetamol o el ibuprofeno; cosas menores. Los oncológicos llegan más tarde, y desde la última semana de noviembre todo empezó a retrasarse. Yo puedo comprar un medicamento solamente si me lo autoriza la delegación, tengo que hacer las cosas pegadas a mi normativa”, comentó personal médico del IMSS BCS en enero de 2024.

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Entre la primera y segunda semana de enero, se presentaron más de 10 quejas por parte de pacientes oncológicos, según quienes laboran en la institución. Y en lo que va de febrero, otros estados de la República Mexicana dieron a conocer circunstancias que ponen de manifiesto las problemáticas en torno al desabasto y retraso en entregas de medicamentos oncológicos.

Por ejemplo, en Jalisco; de los casi 172 mil medicamentos oncológicos, casi 12 mil se entregaron ya caducados y otros 33 mil 891 les quedaban de uno a tres meses de vigencia, con 10 meses de retraso.

Es importante mencionar que el 20 de febrero del año en curso se solicitó una entrevista con directivos del IMSS de Baja California Sur; pero hasta el momento continúa la negativa de diálogo con este diario.