La Paz, Baja California Sur.- Conseguir un lugar dónde vivir acorde al presupuesto y salario, aunado a los gastos cotidianos, resulta un desafío que afecta a los habitantes de La Paz; principalmente a las y los jóvenes que buscan independizarse.
Lee: ¿Por qué es tan difícil comprar una casa en Baja California Sur?
Datos recopilados por El Sudcaliforniano a través de portales especializados en alquiler y compra de viviendas en México e Inmuebles24, muestran que la media de renta de un departamento en La Paz, actualmente, se encuentra entre los 7 mil y los 50 mil pesos.
El costo de renta o venta de propiedad varía entre colonias; las zonas más caras son: Pedregal de La Paz, Lomas de Palmira, La Posada, Paseos del Cortez, Colina del Sol, Fidepaz y algunas áreas del centro de la ciudad. Aquí, por lo regular, se pagan alrededor de 45 mil y 50 mil pesos al mes.
Otras colonias han aumentado sus costos progresivamente, como es el caso de algunas zonas de Barrio El Manglito, Pueblo Nuevo, Indeco, Los Olivos, Solidaridad y Esterito.
En dichas áreas, localizadas relativamente cerca de la zona central y el malecón turístico de La Paz, el costo de renta oscila entre los 8 mil hasta 13 mil pesos, “cantidad que hace algunos años no se hubiera pensado”; expresó Mónica, una ciudadana.
Mientras tanto, las colonias ubicadas en el sur de la ciudad o por el Panteón de los Sanjuanes; como Roma, La Pasión, Camino Real, Santa Fe y Miramar resultan ser las más económicas. Aquí, se puede pagar entre los 6 mil 500 y 3 mil 500 pesos al mes, en promedio.
“Pero a fin de cuentas, si ni con mi salario me alcanza para nada, ¿cómo voy a pagar una renta con ese costo? Todo termina siendo proporcional”. Esto comentó Hugo, un joven profesionista que lucha por guardar dinero para el pago de la renta de una casa en la colonia La Fuente, a pocos minutos de Camino Real.
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), el salario promedio en Baja California Sur es de 10 mil 800 pesos mensuales; ¿cómo restarle, como mínimo, una cuarta o tercera parte de ello tan solo en el alquiler de una casa? ¿Y la comida? ¿Y la luz, el agua y el gas? ¿Y el transporte para ir al trabajo? ¿Y los ahorros que, se supone, deberíamos tener en caso de una emergencia?
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de 2020 a 2022, el gasto de la vivienda y servicios en Baja California Sur aumentó un 40.2%, cifra significativa y desproporcionada con el aumento al salario promedio mensual.
Aunque, tal vez, esto pueda tener relación con los flujos migratorios, pues en los últimos años la mayor cantidad de migrantes extranjeros provienen de Estados Unidos, Cuba y Canadá.
El crecimiento significativo y desmedido, permea en la generación de jóvenes que buscan vivir de manera más independiente y autónoma; pero ante todo, están luchando por subsistir en su día a día. ¿Qué está sucediendo, entonces, en la capital del estado?
ENTRE INFINIDAD DE PREGUNTAS, LA GENTRIFICACIÓN ES LA RESPUESTA
“Ningún mexicano promedio puede pagarte esto”; el comentario de Hugo refleja cómo los procesos de gentrificación llegan a La Paz para quedarse. Es decir, se construye “una pequeña zona que indirecta o directamente se dirige hacia la comunidad extranjera”, dijo Alba Eritrea Gámez Vázquez, profesora-investigadora del Departamento de Economía de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS).
Hay infinidad de cuestionamientos en torno al exorbitante incremento de costos en las viviendas de la capital del estado, y Gámez Vázquez explicó que gran parte de tal situación se refiere a dicho fenómeno que incide en la calidad de vida de la comunidad local.
“Es un fenómeno social que abarca todo un conglomerado, una visión de ciudad que se vincula con las decisiones que las autoridades que el sector público favorecen o promueven, y desde luego ligado con los flujos migratorios y el sector privado, con la turistificación de ciertas zonas; de manera que la población local deja de vivir en esos espacios porque ya no se les permite estar, por decirlo de alguna forma”, indicó.
Colonias como El Esterito o Barrio El Manglito, al igual que ciertas zonas del centro de La Paz, visibilizan situaciones relacionadas a la gentrificación; las cuales no son exclusivas de dichas ubicaciones. Todo se relaciona, incide e influye en torno a la crisis de vivienda y el flujo social en la ciudad.
"La gentrificación se refiere a un proceso de desplazamiento de las poblaciones que originalmente solían estar en esos asentamientos; a partir de generar la compra, o en su caso la venta, de esas propiedades a personas que tienen recursos económicos suficientes para cambiar el rostro, digamos, de esos barrios o de esas zonas urbanas".
"En ese proceso, quienes vivían, por ejemplo, en la zona del centro de La Paz, de pronto ya son atractivos con una estética más cercana a los cánones estadounidenses, o a estos hipsters, o esta modalidad de personas que tienen generalmente una vertiente más liberal, cultural… o donde hay cafés, ahora con ciertas características para estratos con un nivel económico mucho más alto", detalló Gámez Vázquez.
Suscríbete aquí a la edición digital de El Sudcaliforniano
El aislamiento y separación de la ciudad, se torna en una situación que progresivamente se ha normalizado, en especial a partir de la pandemia por covid-19. Tal como sucedió en el Pueblo Mágico de Todos Santos, señaló Gámez Vázquez.
"Hay personas que de ser dueños de casas centrales ahora son trabajadoras domésticas o trabajadores del hogar… en su propia casa. Y ahora ellas viven más lejos”, comentó.
Por supuesto, existen otros factores que determinan el aumento desproporcionado ante los costos de renta de una casa. Mismos, que aún no pueden definirse en su totalidad.
