Conoce la leyenda del fantasma de El Loco

Verónica Sánchez A.

  · domingo 29 de octubre de 2017

Wilhem Winkle, originario de Alemania, fue un ingeniero en minas que decidió vivir solo en una isla. (Fotografía ilustrativa).

LaPaz, Baja California Sur.- Se designó como locura hastafinal del siglo XIX a un determinado comportamiento que rechazabalas normas sociales establecidas.

Lo quese interpretó por convenciones sociales como locura fue ladesviación de la norma (del latín vulgar delirare, de lira ire,que significaba originalmente en la agricultura "desviado del surcorecto"), por culpa de un desequilibrio mental, por el cual unhombre o una mujer padecía de delirios enfermizos, impropios delfuncionamiento normal de la razón, que se identificaban por larealización de actos extraños y destructivos.

Alrespecto, Gilberto Manuel Ortega Avilés, egresado de lalicenciatura en Filosofía por la Universidad Autónoma de BajaCalifornia Sur (UABCS), refirió que en el libro “Mar Roxo deCortés, Biografía de un Golfo” de Fernando Jordán, el autordescribe la historia real de un hombre que aparentemente“perdió” la razón, convirtiéndose su historia en una leyendade fantasmas.

Sunombre era Wilhem Winkle, originario de Alemania, quien estudióingeniería en minas y después de nacionalizarse estadounidensellegó a radicar a la Isla San José con la intención detrabajar.

Unavez concluidas sus labores mineras, todos los trabajadores sefueron en un barco enviado por los jefes (cien obreros y familia.).Todos menos Winkle.

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Loshabitantes de la isla aseguraron que Winkle estaba cuerdo cuandosus compañeros se marcharon, que incluso después del último pagoque se hizo les dio ánimos y se miraba sonriente.

Fueroninútiles los esfuerzos de sus amigos para convencerlo de quepartiera con ellos, y también fueron los primeros en llamarlo“loco”, debido a que ya habían levantado el campamento, y sequedaría solo en la isla desértica, sin hogar, sin ropa y sinvíveres. Winkle sólo alzo los hombros y dijo: “Mequedo.”

Lospescadores que tenían su campamento cerca, sólo lo observaban delejos, y vigilaban sus movimientos, como cuando se quedabafijamente mirando la cumbre de la montaña, cuando se quedabasentado en la playa. O cuando deambulaba por lasorillas.

Lospescadores llegaron asegurar que no dormía ni comía nada, quesólo se la pasaba mirando al horizonte como si nada másimportara.

Porlas noches observaban cómo desde la cueva que vivía, encendíauna fogata, la cual alimentaba los temores de los pescadores quedesde lejos, lo observaban, ellos jamás le dirigieron la palabraya que estaban demasiado sugestionados por las historias que secontaba respecto a él.

Otrospescadores aseguraban que se la pasaba recorriendo la isla buscandopepitas de oro y madre perla. Pero esto no lo pudieron comprobarporque jamás le hablaron.

Tiempodespués los pescadores encontraron el cuerpo, el cual llevabamuerto varios días, y había comenzado a ser comido por la faunalocal.

Fueenterrado por los pescadores, y la leyenda comenzó a crecer másporque ahora decían que se aparecía el fantasma del loco y queincluso en las noches se miraba el fuego encendido desde elinterior de la cueva donde vivió Winkle.

Wilhemno dejo nada que pudiera dejar pistas de sus acciones, solo unaintrigante frase grabada en la pared de la cueva, en su idiomanatal “Freihiet durch Einsamkeit” que en español significaba“la soledad como vía a la libertad”.