La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- En Baja California Sur existen cuatro centros penitenciarios ubicados en los municipios de La Paz, Los Cabos, Comondú y Mulegé, los cuales tienen una población total de mil 240 internos, repartidos en los cuatro centros, mismos que debido a la pandemia por Covid-19 están siendo operados de manera estricta siguiendo los protocolos de seguridad sanitaria emitidos por las autoridades de la Secretaría de Salud, es por esto que a la fecha los penales de la entidad se encuentran libres de contagios.
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Los Centros Penitenciarios del estado han establecido un cerco sanitario eficaz, donde las medidas han sido la cancelación de toda visita, por lo que, se ha implementado una nueva medida para que los internos tengan contacto con sus familiares a través de videollamadas; el aseo personal, el lavado de manos frecuentemente, mantener sana distancia y el acudir en grupos de 10 a los talleres, círculos bíblicos y charlas de aprendizaje, ya se encuentran dentro del quehacer diario de cada privado de la libertad, sin embargo una medida que no se ha implementado dentro de los penales es que los internos porten cubrebocas.
Al día de hoy las cifras de Covid-19 en el estado, reflejan un total de 324 personas contagiadas, 44 defunciones, 367 personas recuperadas y 35 sospechosos.
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De acuerdo con la organización Así Legal, existen 295 centros penitenciarios en México, en los cuales, hasta el sábado 6 de junio del 2020, se tenía un registro de 476 casos de contagios, de los cuales, 405 son personas privadas de la libertad, 62 son custodios o personal penitenciario; y 57 defunciones, de las cuales 34 fueron personas privadas de la libertad, y 23 custodios o personal penitenciario, por fortuna en los cuatro penales de Baja California Sur no existen casos de Covid-19; sin embargo debido a las medidas sanitarias se han presentado 16 incidentes de violencia en los Centros Penitenciarios del país y se han otorgado 3 mil 436 libertades.
La vida de un interno
Recientemente sostuve una videoconferencia con Francisco “N”,de 42 años de edad, interno del Centro de Reinserción Social de La Paz, lo siguiente es parte del mundo que accedió a compartir con nuestros lectores. “La vida dentro del penal es a como la pida el cliente” fueron las palabras de al narrar el pasar de los años dentro del penal, desde el 11 de mayo del 2007, momento en que su vida tomó un giro de 360 grados y fue condenado a 19 años y 6 meses de prisión por el delito de homicidio simple; “dentro de la cárcel he vivido de todo, desde el nacimiento de mi hijo, el cual estuvo 4 años viviendo aquí conmigo, incluso ya me tocó vivir una pandemia” dijo Francisco quien lleva 13 años dentro de la prisión.
A raíz del Covid-19, las autoridades de los Centros Penitenciarios de la entidad, implementaron medidas de seguridad estrictas siguiendo los protocolos de seguridad sanitaria emitidos por las autoridades de la Secretaría de Salud, donde la principal restricción fue el cancelar las visitas en los penales del estado, con la finalidad de evitar brotes o contagios “en relación a la salud han hecho cambios y pues son muy buenos ya que los beneficiados somos nosotros, nos están protegiendo al no entrar visita e implementar este medio de comunicación, el cual fue una excelente idea y sirve ya que las personas que no tenemos visitas pedimos que esto quedará fijo, para poder tener contacto con nuestros familiares mediante estas videollamadas” dijo Francisco.
Por lo que, las actividades para los internos como talleres, deporte y aprendizaje continúan dentro del penal, siempre y cuando se tomen las medidas sanitarias preventivas como la sana distancia, el lavado frecuente de manos y la reducción de personas dentro de cada taller, “las mismas actividades continúan solamente se limitan la cantidad de personas, con un orden, todos tienen oportunidad de asistir a cualquier actividad, solamente con cierta cantidad de cupo por seguridad, no más de 10” informó Francisco.
Dentro de la cárcel
El día para un interno del Centro de Reinserción Social de La Paz da inicio a las 05:30 horas con el pase de lista y la repartición de alimentos, posteriormente hacer limpieza de dormitorios y se preparan porque en punto de las 08:00 horas dan inicio los talleres, actividades religiosas, el área educativa, por lo que, los internos tiene actividades durante toda la mañana; al término de los talleres, se dirigen a los dormitorios a continuar con el resto de actividades hasta las 15:00 horas, “es tranquilo este lugar, hay muchas actividades para ocupar nuestro tiempo para bien y para realmente tener un cambio. La vida dentro del penal es a como la pida el cliente, si hay reinserción, hay muchas actividades que hacer, siempre y cuando el interno quiera y en uno mismo está el cambio, yo desde que ingrese he apoyado al centro con diferentes actividades, iniciando en la panadería, donde trabaje y estuve como encargado, también en la tienda del centro y desde el 2012 estoy apoyando como asesor educativo mediante el INEA, impartiendo clases de alfabetización, ayudando a mis compañeros que no saben leer y escribir, con cursos y estudios bíblicos, además de que hay actividades como deportes, artesanías, actividades de superación personal, y de autoayuda” puntualizó Francisco.
Abrazar a su hijo
Por su parte, Francisco “N” indicó que lo primero que quiere hacer cuando este fuera del penal es volver a ver a su hijo y poder abrazarlo, siempre y cuando dependiendo de las medidas cautelares que la autoridad le imponga al salir en libertad, posteriormente buscar un empleo y buscar al resto de su familia.
Finalmente, le manda un mensaje a los jóvenes que empiezan a delinquir, les pide que valoren su vida y principalmente la libertad, la cual no tiene precio, “yo aquí llevo una vida y no es fácil, porque si bien estoy en trámite de preliberación más es incierto, como quiera que sea cuídense, no se dejen llevar o influenciar por malas amistades” finalizó Francisco.