La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- La violencia y el abandono son las principales causas que orillan a las y los jóvenes sudcalifornianos a caer en adicciones, en la entidad se identifica que las sustancias que más se utilizan han sido la marihuana, cristal, tabaco, alcohol, metanfetamina, cocaína y Benzodiacepinas.
El Centro de Integración Juvenil (CIJ) en Baja California Sur es una institución dedicada a la prevención, tratamiento, rehabilitación, investigación científica y formación de especialistas en materia de consumo de drogas.
Según datos del Centro de Integración Juvenil en los pacientes de primer ingreso a tratamientos, se identificó en mayor porcentaje, que acuden a solicitar ayuda aquellos que consumen principalmente la marihuana, seguido del cristal, tabaco, alcohol, metanfetaminas y cocaína.
En cuestión de tratamientos, la titular del Centro de Integración Juvenil en La Paz, Beatriz Elena Aranda Lozoya, indicó que del mes de enero de 2022 a la fecha, el CIJ de la capital del estado cuenta con un total de 430 pacientes atendidos, además a partir de la pandemia sanitaria del Covid-19, empezaron a brindar terapias de salud mental, por lo cual su carga de atención incrementó, ya que antes solo atendían a pacientes consumidores o familiares y hoy en día se sumó la atención a la salud mental.
En cuanto al tiempo que dura la rehabilitación de los pacientes, Aranda Lozoya, explicó que no hay un tiempo definido para que un paciente logre concluir su recuperación, sin embargo reiteró que se les brinda la atención por el tiempo que sea necesario o que el paciente requiera.
Abundó que, en los últimos meses, la marihuana y el cristal han tenido un repunte muy alto incluso más que el alcohol, por lo que catalogo que estas dos sustancias ilegales son las que tienen más repunte en el estado.
Es importante indicar que, en México, durante la pandemia los CIJ reportaron que el consumo de drogas duras como el cristal aumento en un 450% en menores de edad.
En Baja California Sur, el consumo de drogas en población de 12 a 65 años, es mayor en hombres con el 17.3%; en cambio las mujeres, en el mismo rango de edad, el porcentaje de consumo es menor con el 4.7%.
EFECTOS EN EL CUERPO
El “cristal” es más adictivo que el Crack y su efecto dura más tiempo, aumenta la cantidad de dopamina en el cerebro. La dopamina participa en el movimiento, la motivación y el refuerzo de conductas que causan satisfacción.
Los efectos a corto plazo sobre la salud incluyen el aumento de la vigilia y la actividad física, la disminución del apetito, el aumento de la presión arterial y la temperatura corporal.
Los efectos a largo plazo incluyen riesgo de adicción, riesgo de contraer VIH y hepatitis, problemas dentales graves, comezón intensa que origina lesiones en la piel al rascarse y paranoia; esta puede ser sumamente adictiva, cuando una persona deja de consumirla, los síntomas de abstinencia pueden incluir ansiedad, fatiga, depresión profunda, psicosis y fuertes deseos de consumir la droga.
En Baja California Sur, el consumo de drogas en población de 12 a 65 años, es mayor en hombres con el 17.3%; en cambio las mujeres, en el mismo rango de edad, el porcentaje de consumo es menor con el 4.7%.
FAMILIA TAMBIÉN DEBE TRATARSE
La familia debe convertirse en un soporte importante para la atención del problema del consumo y adicción a las drogas, integrándose de manera decidida desde el inicio del tratamiento y participando de manera activa en las diferentes intervenciones terapéuticas que se realicen, sin embargo, la familia no es responsable de que la persona consuma, pero muchas veces, sin quererlo y para evitar discusiones u otras situaciones violentas, terminan siendo facilitadores, por eso es recomendable buscar ayuda para sí mismos y para contar con estrategias de cómo enfrentar dichas problemáticas.
En este proceso de recuperación es cuando los familiares tienen que poner límites, cumplirlos y confrontar la realidad con la del adicto.
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APOYO DE LOS CIJ
Al día de hoy, los CIJ cuentan con una experiencia de 5 décadas y 120 Unidades distribuidas en todo el país, de las cuales 11 son Unidades de Hospitalización y en una de ellas se atiende exclusivamente a niños; 2 unidades de Atención a Usuarios de Heroína, una Unidad de Investigación Científica en Adicciones y 106 Centros de Prevención y Tratamiento.
Estos centros se basan en Valores del Bien Común, Integridad, Honradez, Imparcialidad, Justicia, Transparencia, Rendición de Cuentas, Entorno Cultural y Ecológico, Generosidad, Igualdad, Respeto y Liderazgo y cumplen con su misión que es: proporcionar servicios de prevención y tratamiento en salud mental para atender el consumo de drogas, con criterios de equidad, igualdad y no discriminación, basados en el conocimiento científico y formando personal profesional especializado.