La Paz, Baja California Sur.- El 60 por ciento de las mujeres que llegan a un refugio por violencia de género tienen antecedentes de ciberacoso, por eso es importante el cuidado en el manejo de los datos personales y el establecimiento de relaciones a través del internet y las redes sociales.
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La directora del Instituto Municipal de las Mujeres en La Paz, Christa González Robinson, dijo que el primer paso del autocuidado es sensibilizarse y entender que el mundo virtual y el real no son diferentes, son dos caras de la misma moneda, porque en los teléfonos actualmente está la información de seres queridos, los recuerdos con ellos, cosas del trabajo y la escuela, “por lo que así como se cuida uno en la vida física, se debe hacer en las plataformas de redes sociales”.
Hay que tener compresión de que nuestra vida está ahí y cada quien va a tener un nivel de cuidados distinto, pero lo importante es que conozcan muy bien sus dispositivos, qué ofrecen las aplicaciones en materia de seguridad, comentó.
“Porque siempre decimos, ay no, Facebook, terrible, vende nuestros datos y nos quejamos, pero no saben que hay un montón de herramientas que nos ofrece la misma plataforma para protegernos”, expuso.
Precisó que hay mecanismos como la verificación en doble paso o en dos pasos de su teléfono, que es vital porque uno de los delitos más comunes es el hackeo del teléfono.
El fraude cibernético, dijo, también está a la orden del día, por lo que no hay que ser tan ingenuos y creer en los “ofertones locos” y ese tipo de promociones exageradas.
“Nosotros tenemos una intuición y hay que confiar en ella. Cuando algo es demasiado bueno para ser verdad, desconfíen de eso. Una oferta de trabajo demasiado buena para ser verdad, una oferta que te regalan esto, que los tenis con un 70% de descuento, desconfiar”, indicó.
González Robinson manifestó que el casi el 90% de las víctimas de violencia digital en México son mujeres, por lo que las mismas deben tener mucho cuidado con la intimidad sexual, el acoso, y la suplantación de identidad.
“Hay ciertas recomendaciones como tener conciencia de con quién hablamos, no enviar fotografías íntimas, por ejemplo. Toda esta cuestión y que además sepan las víctimas que tienen derechos, que cuando una situación viene en temas de violencia cibernética pues también hay leyes que les defienden e instituciones que pueden apoyarles para eso”, expuso.
Señaló que por ignorancia muchas personas no saben qué hacer en este tipo de casos y piden ayuda a sus allegados en redes sociales para que reporten tal o cuál página y eso es lo peor que deben hacer, porque el tema de hace viral.
“Entonces, lo ideal ahí es, por ejemplo, Instagram tiene un formulario que tú llenas solita, te pide una foto donde sostienes una identificación y el perfil se baja de entre 24 y 48 horas”, dijo.
Expresó que la seguridad digital solo se va a lograr en comunidad, de manera que si alguien tiene un antivirus en su celular, sus allegados también deben tener antivirus porque si no es así y están conectados a la misma red de nada sirve.
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“También es la responsabilidad que conlleva no dar like. ¿Por qué le das like a esa página que me está suplantando la identidad? ¿Por qué le diste like a esa página de mitotes? ¿Por qué compartiste?”, eso es algo en lo que igualmente se debe reflexionar.
Puntualizó que es importante que la gente sepa que las conductas de ciberacoso o de violencia en línea son un delito.
En el Código Penal hay ciertas conductas que están penadas, sobre todo en el artículo 183 o lo que se conoce como Ley Olimpia, que castiga los delitos que tienen que ver con Internet y la intimidad sexual.
Ante la difusión de contenido íntimo, las amenazas, la extorsión que tiene que ver con lo sexual, se debe acudir al Centro de Justicia para Mujeres o al Centro de Justicia Penal para poner la denuncia. También se puede hacer una llamada a la División Cibernética de la Procuraduría General de Justicia del Estado o a los distintos centros o institutos de las mujeres, para que te informen y orienten cuál es la ruta a seguir en este tipo de situaciones, concluyó.
