La Paz, Baja California Sur.- En nuestra ciudad existe un refugio para víctimas de violencia extrema con capacidad para hasta tres familias, que poco se conoce pero que necesita difundirse, menciona Jisela Páes, directora del Instituto Sudcaliforniano de las Mujeres (ISMujeres).
Este refugio es operado a través del ISMujer con el Programa de apoyo a las instancias de mujeres en entidades federativas para Baja California Sur, según su coordinadora, Diana Estrella Castro, con el cual se cubren sus tres áreas operativas: trabajo social, psicológica y legal, a través de los cuales, en los tres meses de proceso, las mujeres con sus hijos, son protegidos, atendidas y empoderadas para fortalecer su autonomía, a través de terapias psicológicas, acompañamiento legal, cursos de Icatebcs y Cecati, y la elaboración de un plan de vida.
La mayoría de las mujeres refugiadas han vivido todos los tipos de violencia (física, sexual, económica, psicológica), y en algunos casos hasta intento de homicidio, y casi en totalidad ejercida por su pareja; en estos caos las mujeres acuden directamente al Centro de Justicia para Mujeres donde se les orienta sobre las alternativas y se les plantea la posibilidad de ingresar al refugio.
A pesar de estas opciones y programas, a muchas mujeres les cuesta aceptar que viven violencia, menciona Jisela Páes, y prefieren callarlo por vergüenza, otras simplemente lo desconocen, y probablemente por eso se encuentre vacío el albergue, sin embargo, una de las mujeres que han estado ahí expresa que, a pesar del difícil proceso, al tomar la decisión y al día de hoy, sabe que es lo mejor que pudo haber decidido, y les dice a las mujeres que no permitan más violencia, “busquen apoyo, nosotras podemos”.