Dubái es la meta para los exportadores

La región destaca en la producción de espárrago, fresa, chiles, pepinos, jícamas, mango y hierbas

Rocío Casas / El Sudcaliforniano 

  · lunes 1 de abril de 2024

Buscará  BCS certificación halal. Foto: Alberto Cota / El Sudcaliforniano 

La Paz, Baja California Sur.- El sector agrícola de Baja California Sur está buscando ampliar sus exportaciones hacia Dubái y demás regiones árabes.

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Sudcalifornia es conocida por su destacada participación en la exportación agrícola a nivel nacional, especialmente en productos como fresa, espárrago, chile, pepino, jícama, mango, hierbas aromáticas y orgánicas, que son enviados principalmente a Estados Unidos y luego distribuidos a destinos globales como Japón, China, Corea, Canadá y la Unión Europea.

Con la producción anual de más de 800 mil toneladas valuadas en 10 mil millones de pesos, y la generación de aproximadamente 60 mil empleos directos, se están formulando planes concretos para expandir las exportaciones hacia los Emiratos Árabes Unidos.

José Alfredo Bermúdez Beltrán, titular de la Secretaría de Pesca, Acuacultura y Desarrollo Agropecuario informó que esta decisión se basa en el alto consumo de cultivos como el aguacate, mango y espárrago en la zona de Dubái, lo que representa una oportunidad significativa para ampliar el mercado y aumentar el alcance de los productos agrícolas de Baja California Sur.

“Nos interesa mucho Dubái, es una ciudad con mucho consumo de aguacate, mango y espárragos”

Además sostuvo que Baja California Sur ocupa el segundo lugar nacional en la exportación de espárrago, con una extensión de más de 7 mil 500 hectáreas dedicadas a este cultivo.

“ Estos productos se distribuyen principalmente a Estados Unidos, Canadá, Japón, Inglaterra y la Unión Europea. Además, la región destaca en la producción de albahaca, una planta orgánica cultivada en Los Cabos y en el municipio de Comondú, ocupando el quinto lugar en producción en el valle de Vizcaíno y en el valle de la zona de Todos Santos”, explicó.

CERTIFICACIÓN HALAL

Alfredo Bermúdez, destacó que el primer paso para hacer realidad las exportaciones hacia países árabes radica en la obtención de la certificación Halal.

La Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios (ASERCA) define la certificación Halal como un sello de calidad que asegura que un producto o servicio ha sido producido siguiendo los lineamientos permitidos por la Sharia.

Desde su proceso de producción hasta su distribución, cada etapa es cuidadosamente vigilada para garantizar el cumplimiento de las prácticas aptas para los consumidores musulmanes.

El proceso de certificación no sólo implica la adecuación de los productos, sino también de toda la cadena de producción, desde la selección de ingredientes hasta el etiquetado y embalaje final. De acuerdo a la información esto asegura que cada producto con el sello Halal cumpla con los más altos estándares de calidad y cumpla con las expectativas de los consumidores musulmanes en cuanto a procedencia y proceso de elaboración.

En la actualidad, el mercado mexicano cuenta con un total de 70 empresas que ostentan la certificación Halal, lo que les permite ofrecer una amplia gama de productos que van desde carne de res y pollo hasta frutas, verduras, lácteos, y productos procesados como chocolate, café y salsas. Esta diversificación de la oferta representa un reto para la industria sudcaliforniana por adaptarse a las demandas de un mercado tan exigente como el árabe.

LA RECONVERSIÓN PRODUCTIVA

El titular de la SEPADA informó que de las 30 mil hectáreas destinadas a la agricultura anualmente, 17 mil 500 han sido reconvertidas en cultivos. Agregó que solo este segmento de cultivos reconvertidos contribuye con un valor de producción estimado en 3 mil 700 millones de pesos.

El funcionario estatal destacó que dentro de los cultivos de reconversión que ocupan una mayor extensión de tierra sobresalen el espárrago con 7 mil 600 hectáreas, la alfalfa con 3 mil 380, la naranja con 3 mil 280 hectáreas, el mango con mil 600, el higo con 592, el dátil y forrajes con alrededor de 200 hectáreas, así como otros cultivos con una superficie aproximada de 450 hectáreas.

Por ello, enfatizó que entre los agricultores de Baja California Sur está cobrando fuerza la convicción de que la reconversión a cultivos de alto valor y mayor rendimiento por metro cúbico de agua representa la estrategia óptima para asegurar la viabilidad de sus ranchos.