La Paz, Baja California Sur.- Por las tardes, el recién remodelado Parque Cuauhtémoc se empieza a llenar de patinadores tanto de patines como de skate, en su mayoría hombres, con sus tenis, playeras, gorras, etc., y en medio de ellos, se mueve Dulce Caraveo Falcón, que la mayoría de las veces es la única mujer.
Dulce menciona que empezó a patinar a los 6 años en unos rollers que logró comprar con sus ahorros, y el mismo camino del patinaje la llevó al Parque Cuauhtémoc cuando tenía tan solo 10 años; ahí empezó a interesarse por la patineta al ver a todos sus compañeros, sin embargo su fuerte siempre han sido los patines, y desde hace 6 años, cuando hicieron el nuevo Parque Skate en Camino Real, empezó a practicar más el skate.
En realidad son pocas las mujeres que practican el patinaje como deporte, y la mayoría de ellas lo practican y lo dejan al poco tiempo, sin embargo, para Dulce no ha sido así, pues el patinaje se ha convertido en su estilo de vida, a tal grado que lo prefiere por encima de cualquier actividad que pudiera hacer en su tiempo libre, pues a través del patinaje ha encontrado su libertad, menciona.
MUJERES PATINADORAS
Entre las principales situaciones que Dulce ha tenido que enfrentar por ser mujer y desenvolverse en un deporte mayoritariamente masculino, han sido las críticas por miembros de la misma comunidad de patinadores, pues menciona que entre ellos suelen subestimarla, sin embargo, eso ha empezado a cambiar ya que, “ahora ya me ven diferente como diciendo, ahora si se puede”, y todo esto ha sido en parte por el papel que Dulce ha jugado en la defensa de los espacios destinados para skater junto a otros compañeros y por los cambios sociales respecto a los derechos de las mujeres y su participación en ámbitos donde antes no se veían.
“Lo hago en mi tiempo libre, yo prefiero patinar que ir a un antro porque soy realmente sana, y para mi patinar es mi libertad, esa es la realidad”.
Otra de las diferencias que Dulce ha podido notar en su transitar en el patinaje, ha sido en los concursos, en donde estos no son igualitarios en muchos aspectos, sobre todo en las premiaciones, ya que regularmente el premio más grande es para los hombres, mientras que el menor es para las mujeres, esto en concursos donde se hacen exactamente los mismos trucos, “hay espacio para los hombres y para las mujeres, y no debe de haber competencia”.