El padre Juan Gómez Ezqueda, vocero de la Diócesis de La Paz, se reunió con los integrantes del grupo Madrugadores de esta capital, con quienes habló del matrimonio igualitario y de lo polémico que es este tema para la opinión pública, la cual tiene distintos puntos de vista y en muchos de los casos, estos son totalmente opuestos.
En el encuentro, dijo que cada opinión es muy respetable, y consideró que un punto de partida en este tema, es evitar actos y conductas que de alguna manera polaricen y dividan a la ciudadanía, ya que esto es un tema que repercute negativamente en cualquier sociedad.
Cabe referir que en torno al asunto, el obispo de la Diócesis Miguel Ángel Alba Díaz, manifestó su opinión en el sentido de que se debió consultar más a los ciudadanos antes de aprobar la unión, e inclusive hizo una recomendación pública a los diputados locales.
Lamentó que la iniciativa se aprobara sin la suficiente reflexión y consulta, también que la hubieran aprobado bajo circunstancias que consideró precipitadas y bajo presiones de grupos y consignas partidistas.
Mencionó que los cambios inducen a una confusión y a un error que terminan por dañar a la institución matrimonial, además de llevar a la sociedad convicciones ideológicas que no son aprobadas por todos.
Recordó que en septiembre del 2015, cuando empezó a discutirse esta posibilidad en Baja California Sur, optó por deslindarse y deslindar a la iglesia católica, del frente nacional por la familia, por considerar que ilegítimo, inmoral y absurdo que quiera imponerse a una sociedad plural, mediante leyes civiles, las convicciones doctrinales y éticas de cualquier credo o ideología, y porque la palabras “marcha” y “frente” provocaban polarizaciones y división.
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Gómez Ezqueda refirió que las situaciones que rodean esta unión y la posibilidad de que el estado pueda conceder a estos matrimonios la tutela de menores, son aspectos que serán discutidos desde muchos ámbitos, y aunque la sociedad esté transitando por un proceso de mayor apertura, hay muchos que consideran que el principio básico de la familia es la reproducción.
“En experiencias personales, hemos tenido situaciones complejas sobre el tema de la homosexualidad, ya que nosotros no cerramos la puerta a ninguna persona por sus preferencias sexuales, sin embargo, en retiros y eventos en los que se reúnen los feligreses, tenemos la disyuntiva de dónde colocar o ubicar a los hombres o mujeres que están en esta condición”, concluyó.