“El Plan Nacional de Desarrollo enviado por el Presidente es un documento incompleto sin estrategias, metas claras, ni criterios de evaluación que permitan definir el rumbo de nuestro país.”, señaló el diputado federal del Partido Acción Nacional, Rigoberto Mares Aguilar.
Tras darse la discusión en el período extraordinario en el Palacio de San Lázaro para aprobar el Plan Nacional de Desarrollo, el legislador federal denunció que ninguna de las propuesta planteadas por los ciudadanos y las instituciones en los foros que se realizaron en todo el país, y específicamente en Baja California Sur, fueron tomadas en cuenta.
Mares Aguilar resaltó que “todos los ciudadanos que participamos en el foro de consulta en Baja California Sur para la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo fuimos víctimas de la simulación de este Gobierno Federal. Ni una sola de las propuestas que plantearon los sectores que se dieron cita en este evento, fueron tomadas en cuenta. Lamentablemente, tenemos un Gobierno Federal que no escucha a los ciudadanos”.
Cuando se analizan las 64 páginas del documento, queda claro que el Plan Nacional de Desarrollo carece del rigor metodológico de cualquier política pública. Tal parece que el Ejecutivo considera que solo cumplir sus promesas de campaña es lo prioritario y olvida las funciones sustantivas del Estado.
Este documento “no cumple con lo que establece la Constitución y la Ley de Planeación sobre precisar los objetivos nacionales, la estrategia y las prioridades de desarrollo integral, equitativo, incluyente, sustentable y sostenible del país”, señaló el legislador federal. Rigoberto Mares denunció que “El Plan Nacional de Desarrollo refleja un gobierno que no está dispuesto a ser evaluado, a rendir cuenta de sus acciones.
Un gobierno autocrático que aniquila sus contrapesos y hace a un lado a quienes no se le someten; Se trata de un manifiesto ideológico que mucho mira hacia el pasado y muy poco hacia el futuro”, finalizó.