La Paz, Baja California Sur.- Productores agrícolas, pecuarios y pesqueros de Baja California Sur enfrentarán este año serios problemas para mantener el estatus sanitarios de sus productos; para solventar los gastos de vigilancia epidemiológica, para vacunar e incluso para exportar, debido a que el Gobierno Federal recortó en un 58 % el presupuesto para sanidades.
Primero fue una disminución del 25 por ciento a la hora de asignar las partidas en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) y, hace apenas unos días, vía correo electrónico, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) pidió a todos los comités de sanidad animal, vegetal y acuícola disminuyeran sus presupuestos en un 33 por ciento; en total el recorte fue de 8 millones de pesos.
Esta situación pone en riesgo la inspección de animales y vegetales en el puerto de Pichilingue; no habrá recursos para hacer los análisis que se requieren para exportar ostiones; las campañas sanitarias de seguimiento de tuberculosis, brucelosis y de rabia en equinos y bovinos quedarán en la inmovilidad, con el riesgo de contagio en humanos ya que se trata de enfermedades que se trasmiten al ser humano.
Tan solo de rabia entre el año 2018 y lo que va del 2019 se han presentado 10 casos.
Este problema fue expuesto al diputado federal Alfredo Porras Domínguez por parte de los presidentes de los comités estatales de sanidad vegetal, animal y acuícola; el legislador se comprometió a llevar este asunto al máximo nivel a fin de que se respete el monto del presupuesto aprobado por el Congreso en el PEF.