La Paz, Baja California Sur.- Comúnmente una casa-habitación empieza con una casa pequeña de una recámara, pero conforme crece la familia se requiere más espacio y las instalaciones eléctricas tienen que cambiarse también de acuerdo a las necesidades de ese momento pues ya no es suficiente, lo mismo sucede con una escuela.
ESCUELAS ANTIGUAS CON NECESIDADES MODERNAS
La mayoría de las escuelas en el estado de Baja California Sur, fueron creadas hace más de 15 años, con una cantidad reducida de salones que poco a poco fueron creciendo debido a la demanda de la matrícula y ninguno de estos, ni en zona rural ni urbana, contaba con aires acondicionados, sin embargo el auge de estos sistemas de climatización artificial se empezaron a instalar y a aumentar en cantidad en el interior de los planteles educativos, ya sea por iniciativa de la escuela o de los mismos padres de familia, “con la intención de dar a los hijos un ambiente cómodo para los aprendizajes, ya que el niño debe estar en un clima adecuado para que preste toda su atención a los aprendizajes y no al calor o al frío”, menciona José Refugio Carrillo Sánchez, director de planeación y evaluación educativa de la Secretaría de Educación Pública.
INSTALACIONES ELÉCTRICAS REBASADAS
Sin embargo, el problema se presenta cuando las instalaciones son viejas, “cuando nosotros le requerimos más energía eléctrica al mismo cable de hace 20 años, el cable no soporta esa demanda y tiende a quemarse, a botar brake, entonces necesitamos hacer proyectos para más carga para las escuelas”.
Estos procesos son caros debido a que requieren del cambio de todo el cableado principal y hacer un nuevo contrato con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), quien envía una Unidad de Verificación de las Instalaciones Eléctricas (UVIE), la cual se encarga de analizar si las instalaciones son aptas para obtener mayor carga eléctrica y, “nos estamos enfrentando a que son instalaciones eléctricas muy antiguas. Hay que hacer cambio de todo lo que no cumpla las nuevas normas; tenemos que cumplir con todas las condiciones que CFE nos exige pero con la certeza que es para el bien de nuestros niños, que estén en condiciones seguras, porque las escuelas albergan lo más importante para las familias que son los hijos”, señala José Carrillo.
Para poder subsanar el riesgo que puede llegar a representar este problema, el funcionario señala que poco a poco han desarrollado proyectos para el cambio de las instalaciones eléctricas, proceso en el que se han encontrado con casos en los que con 70 u 80 mil pesos se resuelve el problema, mientras que en otros se requiere hasta medio millón de pesos para esto, siendo este uno de los principales obstáculos.