La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- La señora Esthelita Pettit Cabrera, recuerda mucho que, en uno de los ciclones en 1959, había una epidemia de poliomielitis muy fuerte, su madre era enfermera: “Mi madre andaba por las noches inyectando en aquellas oscuridades. El ciclón que nos impacto muchísimo, fue Liza hubo muchos muertos, estuvimos casi 14 días dándoles salvataje a la gente, esta casa ha sido una casa comunitaria de toda la vida”.
“Me a tocado darle salvataje a mucha gente porque contamos con una noria y aquí cuando se escasea el agua que se ha llegado a escasear el agua hasta por 15 días, de aquí ha venido gran parte del pueblo cuando éramos poquitos. Llevaban agua para bañar a los chamacos, para lavar los platos, para echarle a los baños, aquí hemos auxiliado a mucha gente”.
Menciona que el huracán OdIle, estuvo bastante pesado, estuvieron muchos días sin agua y sin luz, también les toco dar salvataje a la comunidad de Centenario. “Trajeron de Sapa una bomba, mi hija me ayudaba día y noche, estuvimos dando agua de aquí de la noria. Me toco apoyar a la cruz roja, hacer las despensas nos movimos para darle sus despensitas a la gente, nos ayudaron el Comisariado Ejidal, mis yernos, mi iglesia, servimos en la cruz roja. Me ha tocado trabajar en varias catástrofes fuertes que ha pasado mi pueblo de ciclones, de huracanes y de fenómenos meteorológicos”.
“Dios me ha puesto en este camino, le digo a la gente que yo de pestes, enfermedades y eso me ha tocado siempre ayudar. Recuerdo cuando recién llegue en este pueblo hubo una epidemia que le decían el abrazo del chino, otra gente en los ranchos le decían el ramalazo, porque nomas caía la gente hirviendo en calentura y con dolor de huesos, se ponían muy malas también las personas”.
En ese tiempo del ramalazo era la única que andaba cociendo remedios a la gente del pueblo, eran puros remedios en ese tiempo, no había centro de salud, ni doctores, no había nada de medicina, solo remedios y hierbas: “Aprendí mucho de la cuestión de los remedios naturales que me encanta, me apasiona. Con puro “guajo“ y bolas de cilantro, canela, con hierbas, a los chamacos los desparasitamos con estafiate, así nos la llevábamos puros remedios”
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“Me toco ser de la mesa directiva donde anduvimos pidiendo con un botecito casa por casa, solicitamos el centro de salud, soy fundadora pionera de esa mesa directiva del Centro de Salud de El Centenario. Mi comadre Rosita González era la Presidenta y el Presidente Municipal nos apoyó, era cuando había presidentes municipales tan accesibles tan amigos que uno los trataba con aquella amistad”.
En esos tiempos de catástrofes naturales, de huracanes, tormentas tropicales y ciclones la gente se solidarizaba mucho con los más vulnerables, con los más necesitados. Las autoridades y el gobierno estaban al pendiente de las necesidades de la gente, en ocasiones del daban despensas o trataban de apoyarlos con sus viviendas, siendo una solidaridad generalizada de apoyos y ayudas a quienes lo necesitaran.