El Presidente del Colegio de Médicos Veterinarios de Baja California Sur Rafael Eduardo Franzoni García exigió a la autoridad municipal aplique la Ley de Protección a los Animales Domésticos y el Reglamento de Control Canino vigente hasta en tanto se aprueba el nuevo que mandató la ley promulgada en el año 2016, y que entre sus partes medulares contempla la eutanasia como política de salud pública.
Explicó que el reglamento vigente desde el año 2013 contempla una serie de medidas y de sanciones para los dueños de las mascotas y delimita las funciones del Centro Municipal de Atención Canina (Cemac), mismo que ahora se ha convertido en un centro de adopciones o de refugio.
Eduardo Franzoni cuestionó a la Directora de este organismo quien en reiteradas ocasiones ha dicho que si se llega a aplicar la eutanasia a los perros ella renuncia; consideró que la funcionaria debe ser removida del cargo porque no está cumpliendo con su función.
Afirmó que el reciente caso de maltrato animal para la perrita Luna que dio origen a una gran movilización ciudadana se pudo haber evitado si se hubiera aplicado la ley, y al final de cuentas tuvo que ser sacrificada: dijo haber participado en esta marcha, demandó la aplicación de las sanciones que correspondan, y coincidió con quienes en esta protesta exhibieron pancartas en demanda de que el CEMAC cumpla con lo que la ley le marca.
Nosotros queremos mucho a los animales, pero también conocemos el problema de salud pública que generan los más de 50 mil perros callejeros que hay en la ciudad, subrayó.
Por otra parte, denunció que el presidente municipal Rubén Muñoz se ha negado a recibir a los representantes del Colegio de Médicos Veterinarios y tampoco ha atendido al Comité Pro Animal; el alcalde ha presumido sobre las adopciones de perros, pero no informa sobre las esterilizaciones o las vacunaciones.
El CEMAC no es un centro de adopciones, insistió, además de que no hay claridad ni transparencia sobre los ingresos por adopciones, y de los cuales se sabe de manera extraoficial ingresan 500 dólares por cada perro que se envía con este fin a Estados Unidos, en donde por cierto adoptar un perro cuesta hasta 2 mil dólares, dijo.
Es probable que a esta fecha se hayan enviado 500, pero la cifra no es significativa si atendemos que según estimaciones de hace dos años, en la ciudad había más de 50 mil perros callejeros, una cifra que a estas fechas debe ser muy superior debido a que el Centro Municipal de Atención Canina prácticamente ya no recibe, y lo pocos que ingresa son seleccionados y escogidos con el fin de facilitar su adopción.
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Finalmente Eduardo Franzonireiteró que el problema de fondo en este asunto es el rechazo de algunos grupos que se oponen a la eutanización de los perros, una práctica de salud pública que se aplica generalizada en todo el mundo, incluyendo a los países más desarrollados.