La Paz, Baja California Sur.- Pescadores de sardina dela Zona Pacífico Norte registran una de las mejores temporadas conuna especie que se ha mantenido estable durante décadas, a diferencia de otras costas del estado, donde las poblaciones deeste pelágico menor han disminuido de maneraalarmante.
La causa de esta sostenibilidad es atribuida a la limitación dela temporada que solo dura de agosto a febrero, ya que se usaúnica y exclusivamente como carnada en las trampas de langosta,cuya zafra también abarca este periodo.
No hay en la zona barcos sardineros ni explotacióncomercial, únicamente pequeñas pangas con motores fuera de bordaque hacen pesca de forma artesanal, con una producción anual deentre 5 mil y 6 mil toneladas. No se permite vender a las plantasempacadoras de Ensenada ni a las de San Carlos y LópezMateos.
Pese a que se trata de una proteína muy barata, el consumohumano es prácticamente nulo, la gente de las comunidadesribereñas no la acostumbra y prefiere consumir otras especiesabundantes en la región como pargos, cabrillas, jureles, viejas,langostas, caracoles y verdillos.
Vea también: Yo no traicionaré al pueblo:AMLO
Esta pesquería genera decenas de fuentes de trabajo yse mantiene sin altibajos debido al cuidado del recurso que implicaestar dentro de un Área Natural Protegida en este caso la Reservade la Biosfera de Vizcaíno-, aunque el cambio climático sí haimpactado, provocando que el recurso marino se ubique cada vez enmás altas latitudes, desde Guerrero Negro hasta Santa Rosalillita,en el vecino estado de Baja California.
Se trata de la sardina Monterrey, cuya captura se permite unavez que su talla alcanza entre 15 y 18 centímetros; la forma detrabajar es en equipo de tres lanchas que una vez detectado elcardumen hacen un encierro con redes y la suben a una panga que lalleva a tierra en cantidades de hasta tres toneladas, mientras quelas otras dos se quedan trabajando.
Hasta hace unos 9 años, la totalidad de la sardina que serequería para las trampas de langosta era traída de Ensenada.