La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Ante el riesgo de un contagio de Covid-19, el Asilo de Ancianos San Vicente de Paul de la ciudad de La Paz ha extremado las medidas sanitarias; destaca, la colocación de una carpa sanitizante, dos filtros sanitarios para el personal, uso obligatorio de guantes y parientes cubrebocas para todos los que tienen contacto con los residentes, la suspensión total de las visitas, y apoyo a los ancianos para disminuir la tensión y el estrés causado por no recibir visitas. En previsión a una situación de emergencia, el asilo adquirió cuatro trajes especiales con careta y googles.
En lo emocional hacen todo lo posible por apoyar a los internos porque hasta antes de esta contingencia se recibían visitas y un gran número de grupos y de asociaciones que llevaban apoyo y esparcimiento a los ancianos; ahora sólo se les pone música y algunas actividades de animación, aunque se nota entre los que tienen familia una situación de angustia y de estrés e incluso algunos lloran, según señaló la directora de la Asilo María Odalis Sarmiento Rodríguez; Los conectamos vía redes sociales por teléfono celular con sus familiares, pero esto no es suficiente, dijo.
Informó que desde mediados de marzo se invitó a las familias de los residentes para que llevaran a sus ancianos a casa, sin embargo ninguna estuvo en posibilidades de atender esta sugerencia, debido a que prácticamente en todos los casos enfrentan una difícil situación económica o no tienen condiciones en sus viviendas; Si están con nosotros, es porque hay situaciones especiales en las familias que no les permiten atenderlos, reiteró
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Hasta antes de la pandemia, el Asilo estaba programando más ingresos, sin embargo esto no fue posible y se mantiene la población de 34 residentes, de los cuales 14 son mujeres y 20 hombres, que son atendidos por 18 trabajadores.
Odalis Sarmiento señaló que en el asilo se están tomando todas las medidas de seguridad para evitar contagios de Covid-19, aunque aceptó que con todo y ello,la situación es muy difícil porque ya se han registrado en otros asilos del país y del mundo con consecuencias fatales: Dios quiera que esto no nos pase, expresó.
Detalló que el 80% de los ancianos no tienen familia ni el estado ni en ningún lado: Algunos quedaron solos por diferentes razones; porque no hicieron sus propias familias o porque desde hace mucho tiempo sus parientes los abandonaron: otros son indigentes, y varios ni siquiera cuentan con documentos básicos de identificación.
La totalidad de los 34 residentes tienen algún padecimiento como diabetes, hipertensión o ambas, además de enfermedades crónico-degenerativas como osteoporosis, artritis y otras que les limita la movilidad y algunos con infarto cerebral. Hay tres ancianos postrados en cama y uno que requiere alimentación por sonda; Sólo ocho pueden caminar por su propio pie, el resto debe utilizar andaderas o sillas de ruedas.Un anciano tiene 102 años de edad, el promedio es de 86.
Odalis Sarmiento señaló que la operación del asilo depende de un recurso estatal que se ha venido entregando de manera constante, así como de aportaciones voluntarias de fundaciones altruistas, organizaciones sociales y personasen lo particular de La Paz y Los Cabos, aunque las aportaciones nunca sobran, especialmente de leche deslactosada, artículos y productos de limpieza, guantes y cubrebocas, dijo finalmente.