La Paz, Baja California Sur.- Sin precisar el número de ambulancias del sector público y privado que hay en Baja California Sur, el subsecretario estatal de Protección Civil, Héctor Amparano Herrera, manifestó que hacen falta unidades porque este tipo de parque vehicular debe cambiar cada cuatro o cinco años.
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Mencionó que la Secretaría de Salud, ISSSTE, IMSS, Marina, Sedena, bomberos, las cooperativas pesqueras y los cuerpos de emergencia voluntarios cuentan con ambulancias, pero el número es impreciso porque no todas están en condiciones óptimas de servicio, y muchas están en desuso.
Ejemplificó el caso de la Subsecretaría a su cargo, que contaba con dos ambulancias, pero el año pasado lamentablemente una de ellas chocó con un tráiler cuando trasladaba a un paciente al norte del estado, accidente en el que perdió la vida uno de sus compañeros, y esa unidad no ha sido repuesta.
Comentó que hace unos días platicó con la secretaria de Salud, Zazil Flores Aldape, y le informó que esa institución espera una remesa de 25 unidades, para sustituir a las que ya no son funcionales, y es que las ambulancias del servicio público están sometidas a una importante carga de trabajo.
Expresó que a diferencia de las unidades del sector privado, las del sector público no cobran los traslados, por lo que los recursos son escasos para darles un mantenimiento continuo.
Consideró que aunque la Subsecretaría de Protección Civil y otras instituciones de servicio público atienden las emergencias cuando se requiere, es necesario que las instituciones se hagan cargo de su derechohabiencia, sobre todo en aquellos casos en que se traslada a pacientes infecciosos, es decir, con enfermedades como Covid o tuberculosis, pues además de unidades adecuadas cuentan con personal especializado que conoce los protocolos correspondientes.
Dijo que a unos días de que comiencen los operativos de Semana Santa en todos los municipios, trabajarán en la actualización del censo de ambulancias para tener claro con qué estado de fuerza cuentan.
Adelantó que en La Paz se activará una clínica en unas instalaciones que están rumbo al puerto de Pichilingue, donde habrá personal médico y una ambulancia que operará con recursos de Baja Ferries y otras empresas de esa zona, a fin de dar los primeros auxilios a los pacientes, y no tengan que esperar una hora de camino desde el puerto, el área industrial de CFE y Pemex, o las playas, hasta los hospitales de la ciudad.
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Héctor Amparano dijo que se debe trabajar en la coordinación interinstitucional y los protocolos para el manejo de pacientes, así como en el mantenimiento de las unidades, muchas de ellas donadas por organizaciones de Estados Unidos, país donde cada tres años renuevan sus unidades por normatividad.
