La Paz, Baja California Sur.- La Comisión Nacional del Agua (Conagua) suspendió en esta ciudad dos pozos de uso agrícola que estaban abasteciendo a “piperos” que lucran con la venta de agua a comercios, hoteles y todo aquel cliente que la requiera.
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Los “piperos” se movilizaron y se quejaron ante las autoridades estatales y federales por el cierre de estos pozos, ya que estaban generando un desabasto entre sus clientes.
Al respecto, la directora general de la Comisión Estatal del Agua (CEA), Tatiana Davis Monzón, aclaró que esta no es una acción directa contra los “piperos”, sino contra los concesionarios de los pozos de uso agrícola, los cuales reciben los incentivos de no pagar derechos de agua ni energía eléctrica por la producción de alimentos.
El problema, dijo, es que en lugar de hacer esto último, venden el agua a los “piperos” y eso no está permitido, de hecho lo pueden hacer, pero requieren hacer el trámite de cambio de uso del pozo a público urbano, por el cual sí tendrán que pagar el agua y la luz de acuerdo con la ley.
Si bien al momento de redactar esta información uno de los dos pozos ya se había reactivado y el otro estaba en proceso de cambio de uso de agua; Tatiana Davis comentó que durante muchos años los pozos agrícolas han abastecido de agua a “piperos” con el pretexto de evitar el desabasto derivado de la falta de infraestructura y modernización de los organismos operadores de agua.
Dijo que la verificación y regularización de concesiones de agua debe hacerse y acompañarse con la actuación de otras dependencias como la Coepris, pues no hay que olvidar que se trata de agua para el consumo humano y debe de cumplir con las normas establecidas.
Comentó que el problema no es que el agua de los pozos agrícolas llegue a las purificadoras de agua, porque ahí se potabiliza, sino en el llenado de tinacos y cisternas directamente, pues existe el riesgo de que el agua esté contaminada o tenga buena calidad, pero sea la “pipa” la que no esté en condiciones de mantener el agua limpia.
Puntualizó que en este tema todos deben de ajustarse a la ley, los concesionarios de agua con sus permisos de uso correcto, los “piperos” con sus concesiones en orden, bajo la supervisión de la Coepris, y las autoridades verificando y aplicando las normas, para evitar irregularidades y problemas sanitarios.
Por otro lado, la directora del CEA explicó que Baja California Sur cuenta con 39 acuíferos en el estado, los cuales están sobreexplotados en las localidades grandes como la ciudad de La Paz.
Dijo que estos almacenamientos de agua subterránea se recargan con las lluvias, pero cuando hay precipitaciones pluviales una buena parte de este recurso no se aprovecha y desemboca en el mar, por la falta de presas y represos en las partes altas de las cuencas.
Destacó la presencia de los ciclones tropicales porque en Baja California Sur representan una fuente de abastecimiento de agua muy importante, pero es necesario trabajar en su retención.
En ese sentido, destacó la existencia de seis presas en el estado, dos en La Paz, dos en Los Cabos y dos en Comondú, así como las obras de potabilización de agua que están en proceso en la presa Buena Mujer y el proyecto para la construcción de una presa en la zona de San Pedro.
“Actualmente se están haciendo los estudios básicos de una presa en el arroyo La Palma, más o menos al este de San Pedro. Estamos en una fase de estudios básicos que se están llevando a cabo para determinar la factibilidad.
“Hay muchas cuestiones de geofísica, geotecnia, hidrología, topografía que se tienen que tomar en cuenta para ver la factibilidad y esperemos el próximo año contar con el proyecto ejecutivo para la construcción y yo estoy pensando que tal vez hasta el 2026 se pueda construir esa presa aquí cerca de La Paz.
Además que tenga el beneficio de la infiltración, de la retención del agua que se pueda potabilizar, al igual que se están haciendo ahorita los trabajos para potabilizar el agua de la presa Buena Mujer”.
Sobre la construcción de una nueva planta desalinizadora en Los Cabos para el servicio público urbano, reconoció que ha tenido problemas, pero está avanzando.
“Hay un comité técnico del Fideicomiso donde nos invitan para darle seguimiento a los avances. Sin embargo, aquí en la parte de infraestructura, ya que estamos en este tema, la velocidad de las gestiones y de los proyectos no va acorde a poder atender la demanda que hay, y menos en una zona como Los Cabos que crece diariamente con la llegada de 4 o 5 familias diarias a vivir”, expresó.
Y es que estas obras se llevan su tiempo, la parte de los impactos ambientales, gestiones de la tenencia de la tierra, elaboración de proyectos, la construcción y los periodos de prueba, dijo.
Apuntó que esta obra es fundamental para Cabo San Lucas porque es la localidad con mayor déficit de agua en Baja California Sur: “Nosotros hemos escuchado conocidos, incluso familiares, que les llega el agua cada 20 días, entonces es un problema muy grande y la población sigue creciendo”.
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Puntualizó que en Cabo San Lucas el acuífero es muy pequeño y aunque llueva mucho en la zona no tiene gran capacidad de almacenamiento, por eso se ha recurrido a la desalación.
“Además hay cierta ventaja en el lado del Pacífico para cuestiones ambientales en cuestión de desalación, cosa que no tenemos en el Golfo, en el Golfo es un poco más complicado”, concluyó.
