La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- El presidente del Consejo Estatal Inter Religioso y dirigente del Frente Nacional por la Familia en Baja California Sur Alan Loubet alertó sobre el peligro que implicaría la legalización del consumo de la mariguana, una iniciativa que se impulsa en el Congreso de la Unión desde el partido Morena.
Anunció que en breve el organismo que dirige llevará a cabo un foro estatal para dar a conocer los graves daños que causa esta droga tanto a nivel individual como familiar, además de que es la puerta de entrada a otras drogas más peligrosas.
Consideró que detrás de esta iniciativa hay compromisos internacionales, y un negocio mil millonario, que a nivel Latinoamérica estiman ventas por 258 millones de dólares en el año 2023, tan solo en cosméticos y productos medicinales hechos con cannabis.
Manifestó que uno de los argumentos para legalizar el consumo es que esta hierba es medicinal, pero afirmó que también se trata de una falsa disyuntiva, porque a la fecha no ha sustituido a ningún analgésico.
También nos quieren que con los residuos de la mariguana se van a producir plásticos biodegradables, pero eso no es razón suficiente; lo verdaderamente relevante es que el consumo de esta droga es la puerta de entrada a otras adicciones, señaló.
Nos quieren convertir en un pequeño Bolivia, pero productor de mariguana, expresó.
Desde su punto de vista esta iniciativa tiene su origen en algún pacto internacional impulsado por los partidos de izquierda, a los que se han sumado políticos que antes eran priístas o panistas y que ahora militan en Morena.
La iniciativa tomó forma desde la llegada de MORENA a la presidencia de la república; fue la Secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero la que abordó el tema, cuando a finales del 2018 declaró que México tendría que replantear la política en materia de drogas; destacó que no se trataba de la liberación absoluta de las drogas, pero sí de la regulación de la cannabis.
El propio presidente Andrés Manuel López Obrador ha declarado que la legalización de la mariguana es “cuestión de tiempo”, aunque no se trata de una prioridad de su gobierno.