La Paz, Baja California Sur.-En Baja California Sur existen dos zonas que por su cercanía a plantas generadoras de energía eléctrica a través del combustóleo (quema de petróleo) son consideradas “zonas de sacrificio” en materia ambiental.
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La primera de ellas se encuentra en la colonia Márquez de León, ubicada en La Paz, y la segunda en Puerto San Carlos, en el municipio norteño de Comondú.
La zona identificada en la capital del estado se debe a las trayectorias del aire que se siguen utilizando los modelos meteorológicos. Por su parte, en el municipio comundeño, se encuentra la primera central energética creada en 1979, cuyo perímetro está aledaño a una zona densamente poblada, precisó la titular del Centro de Energía Renovable y Calidad Ambiental (CERCA), Jacqueline Valenzuela Meza.
"En Baja California Sur tenemos un sistema aislado, que comprende dos circuitos aislados entre sí, el más grande que genera electricidad para los municipios como Comondú, Loreto, La Paz y Los Cabos, la capacidad instalada se encuentra principalmente electricidad en La Paz y San Carlos. Lo mismo pasa en Comondú, pero la comunidad de San Carlos, que es una pequeña población. Entonces, lo que vemos como patrón es que en lugares donde hay alta generación de electricidad, la cual produce contaminación en suelo, agua y aire, hay asentamientos poblacionales a los alrededores que precisamente son consideradas zonas de sacrificio", explicó Valenzuela Meza.
Bajo este contexto, algunas características de ambas “zonas de sacrificio” a nivel estatal, se refieren a una ubicación cercana, tanto la central de electricidad, como los tiraderos a cielo abierto, que ocurre en ambos asentamientos poblacionales mencionados, ya que se encuentran en zonas periféricas de la ciudad. Y, en el caso particular de la colonia “El Cardón” en la población de San Carlos, se suma una fuente adicional de contaminación del aire, una fábrica de procesamiento de sardina que tiene sus procesos de producción de harina, que son altamente contaminantes, adicionalmente a la quema de temporada de cultivos de espárrago.. De esta manera, las personas que viven ahí diariamente, están altamente expuestas a la contaminación del aire", según la directora de CERCA.
Especificó a su vez que aquella localidad habitada, conocida como “El Cardón”, no existía al momento de establecer la central de energía. La comunidad corresponde a una de las zonas reubicadas por un huracán en los años 70; decisión por parte de las autoridades municipales. Asimismo, existe un campamento pesquero que actualmente está siendo afectado por la situación debido a la trayectoria del aire: San Buto.
De igual manera, la colonia Márquez de León, en La Paz, es un asentamiento poblacional. Es decir, las personas llegan a vivir ahí sin contar con un título de propiedad en su mayoría. A pesar de ello, es una colonia que por varios años se ha desarrollado en la ciudad. Esa zona continúa creciendo y, por tanto, Valenzuela Meza expresa que es preciso contemplar estas circunstancias de exposición a la contaminación en la planeación urbana del municipio.
En términos de justicia ambiental, las “zonas de sacrificio” son ciertas áreas, principalmente periféricas o rurales, ubicadas en los perímetros de los megaproyectos o iniciativas económicas importantes de gran escala, “que generan lucro y para la comunidad solamente dejan externalidades y la parte residual negativa en los entornos impactados”; expresó Valenzuela Meza.
Es decir, a quienes viven alrededor de esos megaproyectos, ya sea cerca o dentro de la trayectoria de contaminación, se les cataloga como habitantes de “infiernos ambientales”, de acuerdo con la directora de CERCA. Y, dentro de esos lugares, se presentan zonas particulares identificadas como “zonas de sacrificio”.
CARACTERÍSTICAS DE LAS “ZONAS DE SACRIFICIO”
Según Valenzuela Meza, una “zona de sacrificio” se determina como aquella área en la que se encuentra una actividad contaminante y una población cercana o contigua a la fuente de contaminación; considerándose una inequidad en quienes habitan “de manera muy generalizada, en condiciones de marginación". Eso quiere decir que en estos lugares las condiciones económicas son muy precarias, lo cual limita el acceso a la salud, principalmente para las personas de la tercera edad".
¿QUÉ PASA CON LAS AUTORIDADES?
Ya sea a nivel nacional como internacional, las “zonas de sacrificio” son consecuencia del mal diseño, desarrollo y generación de proyectos productivos sin el cuidado de las normas ambientales, así como la lógica del crecimiento urbano y rural. Quien debe atender la situación, principalmente, es la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), expresó la titular de CERCA, en particular a las fuentes fijas.
"Al ser entidades de regulación federal; tanto las autoridades municipales como las estatales no toman cartas en el asunto, por falta de atribuciones. Y en el caso de la autoridad federal, quien debe de actuar es PROFEPA, tener seguimiento del cumplimiento normativo de estas fuentes fijas. Pero algo que hemos identificado es que una de las razones por las que no hacen, es porque no se tiene el equipo especializado para hacer estas mediciones. Por otro lado, en los tiraderos a cielo abierto, si bien, es una decisión a cargo del municipio, lo que se hace es reaccionar lo más rápido que se puede para poder mitigar estos incendios, no hay acciones de prevención. Pero no hay soluciones a largo plazo", recalcó Valenzuela Meza.
Entre la falta de soluciones a largo plazo por parte de autoridades federales y el arraigo al territorio por parte de quienes se encuentran asentadas en las zonas, la directora de CERCA enfatizó que la problemática persiste sin una pronta resolución en la mira.
DAÑOS A LA SALUD
Los daños en la salud ocasionados a raíz de la situación resultan alarmantes. Valenzuela Meza puntualizó que "estas personas que se encuentran asentadas cerca, lo que hacen es que interiorizan todos estos efectos negativos y los normalizan, sin saber que son producto, muchas veces de violaciones a la normativa ambiental internacional".
Indicó que las afectaciones en la salud de quienes viven en estas regiones son perceptibles, en comparación con colonias aledañas a tales zonas. Por ejemplo, en la capital del estado.
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"Acabamos de aplicar hace dos meses encuestas en la colonia Márquez de León, para identificar si las personas perciben algún daño en su salud. Y efectivamente, comparado a la colonia Pueblo Nuevo, las personas identifican daños en su salud a partir de estar respirando este aire contaminado”, puntualizó Valenzuela Meza.
En abril del presente año, la directora de CERCA dio a conocer que las enfermedades respiratorias son la segunda causa de consultas médicas en las infancias y juventudes de La Paz y Comondú. En la población de San Carlos, el 67% de la comunidad piensa que está expuesto a estos contaminantes derivados de las centrales de generación, según datos de la propia encuesta.
Finalmente, en los últimos años se han intensificado las acciones por parte de los gobiernos y de las corporaciones para explotar territorios de los pueblos nativos. Entre algunos megaproyectos asociados con el tema y más sonados, se encuentra el Tren Maya. Siendo así, la lucha en defensa de los territorios y comunidades, en busca de una vida digna para todos, también es una tarea a realizar en Baja California Sur.