La Paz, Baja California Sur.- A quince meses de que la planta de tratamiento de aguas residuales debió haber sido entregada, esta cuenta con serias deficiencias que impiden su operación, incluso se menciona que está entregando agua que no cumple con las normas oficiales y ante esta situación, es prácticamente imposible que el ayuntamiento paceño pueda recibirla para su operación, ya que lograr su funcionamiento requeriría de una inversión adicional de Conagua.
Cabe referir que la obra se entregó a Fypasa Construcciones, S.A. de C.V., empresa que es considerada como una de las consentidas de David Korenfeld Federman, titular de la Conagua en el sexenio de Enrique Peña Nieto, quien fue cesado por usar un helicóptero oficial en actividades de carácter privado.
A finales de septiembre de 2018 el presidente municipal de La Paz, Rubén Muñoz Álvarez, hizo oficial su postura de no recibir la planta al mencionar que la unidad no estaba operando como es debido, a pesar de que había sido inaugurada a mediados de junio del mismo año por el mandatario federal.
Nuevo Contrato
La obra se autorizó en el ejercicio del 2015 y mediante una licitación, el proyecto quedó en manos de Fypasa Construcciones, S.A. de C.V., empresa que habría de encargarse de la elaboración del proyecto ejecutivo y de su construcción, además de suministrar e instalar los equipos necesarios para su operación y su estabilización.
- En la planta se han detectado faltantes de equipo, instrumentos y mobiliario de las áreas de laboratorio, edificio administrativo, talleres y almacén
El monto pactado en esa ocasión ascendió a por más de 382 millones de pesos, sin embargo en del julio del 2017, Conagua le asignó un nuevo contrato para la realización de obras adicionales para el correcto funcionamiento de la Planta de Tratamiento y con una inversión de 102.8 millones de pesos, se acordó construir estructuras y la instalación del nuevo cárcamo de rebombeo de aguas negras.
La obra tuvo -mediante dos contratos- un presupuesto total de 485 millones de pesos y a pesar de que la vigencia del último de estos, concluyó el 15 de enero del 2018, las obras no se terminaron e incluso, se entiende que este plazo fue rebasado por un año tres meses.
Debido a que la planta no opera como se estableció en su momento, es necesario que las autoridades responsables del control y seguimiento del ejercicio de los recursos federales, hagan las revisiones que sean necesarias para que, en su caso, se exija a la empresa el exacto cumplimiento de los contratos.
Cabe destacar finalmente que en el contrato se establece la construcción de 4 celdas de almacenamiento para la disposición de los lodos generados por la planta, las cuales deberían tener una dimensión de 100 x 400 metros, pero aquí encontramos otra deficiencia, ya que sólo se construyó una celda de 50 x 80 metros, lo que resulta ser insuficiente para la disposición final de esta materia.
