La Paz, Baja California Sur.- La ciudad se despierta con apenas un atisbo de lo que esperaba que fuera el huracán “Lorena”; Apenas y las calles lucen húmedas y hay un par de árboles derrumbados por el viento, todo lo demás fluye con la normalidad de cualquier otro día.
Las personas despiertan y el fresco clima las invita a empezar el día con un café, un pan y una charla matutina con los vecinos, a las señoras, la ligera basura que arrastraron los vientos, las seduce a barrer sus banquetas y sus patios, y así transcurren las primeras horas del día.
Los negocios abren con normalidad sus puertas, puestos de comida, de café, tiendas de abarrotes, mercados municipales, tortillerías, que después de haberse quedado con las ganancias de las compras de pánico, aún ofrecen sus productos y no vieron desabasto en sus repisas y exhibidores.
La Catedral de Nuestra Señora de La Paz abre sus puertas, y algunos agradecidos, con el recuerdo herido de Odile y Liza, se acercan a congraciarse por la salud y el bienestar de la ciudad.
Las gasolineras, las tiendas, las purificadoras, ninguna presenta desabasto y ahora experimentan la calma.
Hay poca gente por las calles, es sábado por la mañana, día no laborable para la mayoría, quienes al parecer prefieren disfrutar de su hogar y su familia.
Esta vez no hay fallas en las comunicaciones, hay luz eléctrica en la ciudad, conexión a internet y líneas telefónicas, y a pesar de los pronósticos, luce un cielo despejado y hasta nublado que permite las actividades cotidianas.
Las líneas de transporte terrestre como Autotransportes El Águila, ofrecieron su servicios normales desde las 6:00 horas, por lo que se están llevando a cabo todas las corridas con destino al sur y al norte de la península, mientras que mencionan no tener previsto cancelar ninguna de estas en el transcurso del día.
Algunos paseantes caminan por el malecón el cual luce un poco inundado por las lluvias, principalmente la ciclovía, y con un poco de basura presente, mientras que los trabajadores reanudan los trabajos de remodelación, y el tránsito vehicular, aunque poco, fluye sin impedimentos, al igual que todos los negocios de la zona desde pizzerías, hoteles, neverías, café, etc.