La Paz, Baja California Sur.- Visitantes de un campamento tortuguero que un grupo de ambientalistas opera en una playa cercana al sitio conocido como La Máquina, en la delegación de Todos Santos, denunciaron graves irregularidades en el manejo de las crías de los quelonios, ya que la mayor parte de las que se liberaban estaban casi muertas, presumiblemente porque que fueron sacadas del nido muchas horas antes de ser echadas al mar, lo que las debilitó, al grado de no poder llegar al agua, y las que lo lograron apenas podían nadar.
El sacarlas de los nidos de arena y retenerlas, tendría como propósito poner a los animalitos en un recipiente en mano de los visitantes para que los echaran al mar, a cambio de una “contribución en efectivo”, que va desde 50 pesos hasta 100 dólares por persona, cuando esta y cualquier práctica de cobro no está permitida, a menos de que se trate de un paseo turístico.
Fuentes de El Sudcaliforniano, cuya identidad pidieron sea resguardada, denunciaron que en este campamento son constantes las irregularidades; que lleva dos multas de Profepa por malos manejos, y que aun cuando desde el año 2013 se prohibió entregar tortuguitas a los visitantes, en este caso de Todos Santos, el encargado las entrega con tal de ganar dinero y hacer negocio de una actividad conservacionista, que incluso recibe apoyo federal para este propósito.
La fuente alertó también por el riesgo de contaminación a los visitantes que lleguen a tocar las tortugas, ya que las tortuguitas de manera natural pueden ser portadoras de salmonela, amibas y otras bacterias; la forma correcta es liberar las tortugas, llevándolas del nido hasta el mar en cajas, sin que nadie las toque, para evitar el riesgo de contaminación, y sobre todo para evitar que la gente se las lleve a sus casas.