Mulegé, Baja California Sur.- Personal de la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas de la Reserva de la Biosfera de Vizcaíno y prestadores de servicios turísticos de Ojo de Liebre registraron los dos primeros ejemplares de ballena gris que ingresan a ese cuerpo lagunar ubicado en la costa del Pacífico del municipio de Mulegé.
Se trata de dos juveniles que permanecen en el sitio conocido como “Carros Viejos” muy cerca de aguas abiertas; se espera que en los próximos días ingresen más organismos aunque de manera esporádica; las manadas estarán entrando durante los primeros 15 días de enero.
Algunas llegarán con sus ballenatos recién nacidos pero la mayoría entrará en estado de gravidez pariendo durante las siguientes semanas; casi todas las hembras se congregarán en el sitio conocido como “La Escuelita” en donde les enseñarán a los recién nacidos a filtrar el agua para comer, subir a la superficie y a raspar el fondo marino en busca de crustáceos.
Otras, habrán de aparearse para una gestación de 12 meses, tiempo en el que estarán de nuevo regresando a las lagunas de la península de Baja California para dar a luz a sus crías, en un viaje migratorio de 20 mil kilómetros de ida y vuelta al polo norte.
Everardo Mariano, director de la Reserva de la Biosfera de Vizcaíno (REBIVI), señaló que en el área de crianza no se permite ni la pesca ni la entrada de embarcaciones turísticas, aunque en el caso de los pescadores ribereños sí pueden realizar sus capturas, pero solo en los bajos y con buceo, no se permite la colocación de redes.
A fin de mantener ordenado el avistamiento, solo se autoriza la operación de 55 embarcaciones en las lagunas Ojo de Liebre y San Ignacio, los dos santuarios balleneros más importantes.
El funcionario informó que tratándose de un fenómeno migratorio global no es posible predecir el número de organismos que lleguen a las lagunas costeras de la península y explicó que uno de los factores determinantes es la temperatura del agua y la disponibilidad de alimento en el polo norte, en los sitios donde habitan las ballenas la mayor parte del año.
Al igual que sucede en “La Escuelita” de Ojo de Liebre, en Laguna San Ignacio también existe una zona restringida en donde no se permite la entrada de lanchas de pesca ni turísticas, desde diciembre hasta abril
Hasta el momento no había registro de ballenas en Laguna San Ignacio, y será el próximo 15 de diciembre cuando se lleve a cabo el primer monitoreo.
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Laguna Ojo de Liebre cubre una superficie de 79 mil 328.97 hectáreas mientras que Laguna San Ignacio tiene una extensión de 17 mil 500; en el primer sitio la cifra más alta de cetáceos se contabilizó en el año 2016 con 2 mil 800 organismos, mientras que en el segundo el pico llegó a 350 ejemplares en el 2018.
Se estima que en los últimos 30 años han nacido en ambas lagunas más de 25 mil ejemplares de ballena gris; el 90 por ciento de esta especie ha sido parida en estos dos complejos lagunares. La población global es de aproximadamente 27 mil individuos.
