La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- El presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción Rodolfo Martínez Parra y funcionarios de su mesa directiva entregaron más de 170 despensas a familias de San Francisco de la Sierra, municipio de Mulegé, en una caravana que salió desde La Paz con tres vehículos cargados con más de dos toneladas de alimentos básicos.
Las despensas fueron entregadas directamente a las familias de la comunidad de San Francisco en coordinación con la subdelegada municipal Alondra Berenice Medina, y posteriormente a las rancherías más alejadas, incluyendo a los dos hermanos que viven desde hace más de 40 años en dos cuevas ubicadas varios kilómetros adentro de esa región montañosa,en la zona Núcleo de la Reserva de la Biosfera de Vizcaíno, declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y sitio protegido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia. Una parte de las despensas se enviaron a Santa Marta.
Se trata de una de las regiones más aisladas y más marginadas del estado, en donde las familias de 12 rancherías enfrentan desde hace casi dos años la crisis más severa de todos los tiempos a causa de la sequía que afectó a los caprinos por la falta de agua y de alimento en los agostaderos, y la pandemia de Covid-19 que alejó a los turistas que llegan a ver las pinturas rupestres.
Aunque la CMIC ha apoyado otras causas en La Paz como la construcción de la Casa Cuna y el Albergue para Niños con Cáncer –entre otras- esta es la primera ocasión que atienden una necesidad social urgente como la que se presenta en esa zona serrana, en donde a consecuencia de las condiciones antes citadas, casi todas las familias han batallado para conseguir los alimentos básicos, debido a que sus únicas actividades productivas –la cría de cabras y la atención a turistas prácticamente se colapsaron.
Esta ayuda humanitaria se concretó con aportaciones altruistas de los socios de la CMICy con recursos de la cámara.
Con todo y la severidad de la crisis de 16 meses sin lluvia que finalmente terminaron en julio pasado, y con escasos turistas, la población de estas rancherías se mantuvo en sus comunidades, y en las últimas semanas se está reactivando la llegada de visitantes.
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En los meses más críticos, ciudadanos altruistas y algunos políticos se sumaron a los esfuerzos institucionales que resultaron insuficientes para ayudar a la población afectada, algunos enviando comida y agua, y otros más ropa y hasta dulces para los niños.
Rancheros de San Francisco entrevistados por El Sudcaliforniano, agradecieron la ayuda recibida por parte de la CMIC, además de la que llevó recientemente el gobernador Víctor Castro Cosío, con despensas y un programa de empleo temporal, y el compromiso de terminar la carretera que une a esa comunidad con la Transpeninsular.
Hubo mucha necesidad; la gente sufrió mucho durante la sequía; aquí, es muy raro el que tiene un sueldo, casi todos vivimos de los animalitos; afortunadamente ya estamos viendo la luz al final del túnel, y ha sido gracias a la ayuda de todos.Estamos muy agradecidos, dijo un ranchero a El Sudcaliforniano.