/ martes 14 de mayo de 2024

Logran dejar de fumar con ayuda

En los centros de salud mental y adicciones, desde 2012 a la fecha, 128 personas han logrado la meta

La Paz, Baja California Sur.- La dependencia al tabaco es uno de los hábitos más difíciles de dejar para una persona, sin embargo, las autoridades de salud continúan haciendo esfuerzos para ayudar a los ciudadanos a combatir la dependencia a la nicotina a través de programas para dejar su consumo.

Lee: Con 12 sesiones de una hora puedes dejar de fumar

Juan Pablo Peña, coordinador estatal de Salud Mental y Adicciones del Instituto de Servicios de Salud de Baja California Sur, dijo que desde el 2012 a la fecha se han atendido a 429 personas que se han adherido a este programa y de ellas 128 han concluido de manera exitosa su tratamiento.

“Desde la Ley General para el Control del Tabaco del 2012 que empezó a operar la clínica a la fecha se han atendido a 429 personas, de los cuales 128 han concluido exitosamente los tratamientos, de ese total el 46 por ciento han sido mujeres y el 54 por ciento hombres, es decir 200 personas del sexo femenino y 229 personas del sexo masculino”, destacó Peña.

Los tratamientos se otorgaban en los UNEME CAPA que son actualmente los Centros de Salud Mental y Adicciones, en donde además de brindar atención en esta área, se llevan a cabo actividades preventivas como en labores para los espacios libres de tabaco y de las consecuencias que genera el uso del tabaco.

“En general, acerca de lo que es el comportamiento adictivo, incluyendo lo que es la dependencia hacia la nicotina las personas buscan ayuda o aceptan la ayuda o la atención, pasan por una serie de etapas que le llamamos etapas motivacionales”, dijo Peña.

Estas etapas son: La pre contemplativa, es decir aquella persona que está activa en el consumo y está cómoda con su forma de consumir y que a lo mejor todavía no ha presentado alguna consecuencia negativa, por mucho que los profesionales hagan sugerencias o recomendaciones respecto a abandonar el consumo de tabaco.

El consumo a mediano o largo plazo puede generar consecuencias negativas en la salud, como por ejemplo la enfermedad isquémica del corazón que es una de las principales incidencias negativas que provoca además de los cánceres asociados, el EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y algunas otras enfermedades.

“Las personas simplemente tienen el pensamiento mágico de que no les va a suceder nada o tienen la fantasía del autocontrol y no aceptan la ayuda y eso en es general en la mayoría de las sustancias, sobre todo con las legales, muchas veces hacen la mala asociación de que el tema de la legalidad reduce los riesgos de aquellas que son ilegales y es un mito”, dijo.

Peña destacó que además, en el caso del tabaco, el daño que genera es irreversible y acumulativo pues destacó que hay muchas personas cuyo argumento de: yo nada más fumo eventualmente cuando estoy de fiesta o en una reunión o tengo un consumo social, sin embargo, ahí reside la dificultad para incidir en los usuarios para acercarse a los programas.

“Sobre todo cuando son usuarios jóvenes que no han presentado consecuencias negativas, hay una mayor resistencia para aceptar la ayuda, sin embargo, en el tema del tabaco nosotros a través de los espacios libres de humo de tabaco hemos logrado de alguna u otra manera, incidir en esta parte de manera preventiva”, destacó Peña.

El funcionario explicó que antes de dicha ley, se permitía a los fumadores consumir tabaco en áreas de urgencias de hospitales, en centros nocturnos, entre otros espacios en donde había familias enteras y no fumadores, y hasta la fecha aún hay personas que desconocen esta ley y fuman en sitios abiertos o con pocas personas sin saber que está prohibido.

“Hay ciudadanos que no tienen conocimiento de la Ley General para el Control del Tabaco y creen que se puede fumar en un lugar parcialmente abierto o poco concurrido, cuando la ley señala que no se puede llevar a cabo esa conducta cuando es un lugar concurrido y eso ha incidido de manera positiva nosotros vimos una reducción respecto a la media nacional”, explicó.

Peña destacó que la última encuesta realizada sobre el consumo de tabaco en el 2017, Baja California Sur estaba por debajo de la media nacional, es decir que la población de 12 a 65 años la media nacional era de 20.8 y a nivel estatal 19.4; en la población de 12 a 17 años la media fue de 4.9 y en BCS estaba tres y de 18 a 65 años la media era 20.1 y en el estado 22.2

“Ahorita en la clínica aparte de ver a los fumadores, a las personas que quieren dejar de fumar o tienen esa conducta, también atendemos otros problemas de salud mental relacionados a estas situaciones de los trastornos mentales”, explicó.

ENFERMEDADES MENTALES Y TABAQUISMO

El funcionario de salud explicó que sí hay relación entre el tabaquismo y los trastornos o comorbilidades mentales, es decir que sufren ansiedad generalizada que pueden desencadenar en el consumo de nicotina, sin embargo, aclaró que no necesariamente son determinantes.

“Por ejemplo algunos pacientes que tienen ya algún trastorno mayor o psiquiátrico tienden a utilizar estimulantes como la nicotina, pero eso es atribuible muchas veces a los síntomas colaterales de los mismos tratamientos farmacológicos, pues que le generan cierto nivel de ansiedad y a través de la cafeína o nicotina buscan la sensación de bienestar”, dijo Peña.

Además, agregó que, al dejar de consumir la nicotina, entran en fase de abstinencia y genera comorbilidades como la ansiedad y la depresión, entonces la dependencia busca evaluar esa parte, pues a veces es indispensable complementar el tratamiento integral y no únicamente enfocándose en que deje el hábito.

“Vale hacer el tratamiento integral, no únicamente enfocándonos en que la persona deje de fumar porque sabemos que el síndrome de abstinencia puede generar comorbilidades y evaluamos la intensidad de la manifestación de esos de esos trastornos, para ver si es necesario implementar algún tratamiento farmacológico”, agregó Peña.

También dijo que los pacientes que buscan dejar el cigarro entran en fase de abstinencia que al final habrá síntomas de supresión que se van a caracterizar en unos casos por angustia, ansiedad, estados emocionales desagradables que pueden ir desde la tristeza hasta la depresión misma.

¿CUÁNTO DURA EL TRATAMIENTO?

El tratamiento para dejar de fumar no es breve y de acuerdo con la severidad de la dependencia y la evolución de este, puede ir desde las nueve sesiones y se incrementan en caso de que la persona requiera de mayor apoyo.

“Según la necesidad de la misma persona, tenemos el programa de prevención de recaídas que son 10 sesiones de tratamiento y cuatro sesiones de seguimiento y las 20 sesiones propiamente del programa de cesación que es está ya destinado a personas que tienen trastornos de dependencia más severos”, destacó Peña.

El funcionario destacó que las sesiones se pueden ir incrementando de acuerdo con las necesidades del paciente, cada sesión se trabaja a través de tópicos que van trabajando con el usuario donde se le van enseñando planes de acción para resistirse al consumo, para identificar detonantes y precipitadores llamados análisis funcional de la conducta de consumo.

“Y algunos otros tópicos que precisamente ayudan a la persona a afrontar la necesidad de tentación de consumo y dentro de la misma evaluación, la fase de admisión al tratamiento, la de evaluación si detectamos lo que le comentaba, si hay una comorbilidad, se refiere al área médica para que se valore la posibilidad de un tratamiento integral y farmacológico”, explicó.

También explicó que muchas veces la falsa ilusión del control sobre el consumo de la nicotina y que no presentan problemas de salud de inmediato, hacen que los fumadores continúen con el consumo hasta que desarrollan enfermedades cardiacas, cáncer de lengua y pulmones, así como EPOC, que dejan anualmente 60 mil muertos.

“A veces le impacta eso más a los usuarios que 10 cajetillas a la quincena estaríamos hablando de 800 pesos, al mes hablaríamos de 8 mil pesos y así le vamos sumando y a veces le impacta eso más a la persona de decir ‘ah estoy gastando tanto en esto y hablando de una persona que tiene una dependencia de consumir 20 unidades por día’”, dijo.

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Peña afirmó que las consecuencias a la salud son desde el primer momento en que la persona entra en contacto con la nicotina, sin embargo, siempre la manifestación de un trastorno clínico se hará evidente desde el inicio por esto los consumidores tardan más tiempo en buscar una solución o hasta que ya los trastornos afectaron su salud.

Peña invita a las y los interesados a acudir a Nicolas Bravo 1010 o bien llamar al teléfono 612-122-46-59 para mayores informes.

La Paz, Baja California Sur.- La dependencia al tabaco es uno de los hábitos más difíciles de dejar para una persona, sin embargo, las autoridades de salud continúan haciendo esfuerzos para ayudar a los ciudadanos a combatir la dependencia a la nicotina a través de programas para dejar su consumo.

Lee: Con 12 sesiones de una hora puedes dejar de fumar

Juan Pablo Peña, coordinador estatal de Salud Mental y Adicciones del Instituto de Servicios de Salud de Baja California Sur, dijo que desde el 2012 a la fecha se han atendido a 429 personas que se han adherido a este programa y de ellas 128 han concluido de manera exitosa su tratamiento.

“Desde la Ley General para el Control del Tabaco del 2012 que empezó a operar la clínica a la fecha se han atendido a 429 personas, de los cuales 128 han concluido exitosamente los tratamientos, de ese total el 46 por ciento han sido mujeres y el 54 por ciento hombres, es decir 200 personas del sexo femenino y 229 personas del sexo masculino”, destacó Peña.

Los tratamientos se otorgaban en los UNEME CAPA que son actualmente los Centros de Salud Mental y Adicciones, en donde además de brindar atención en esta área, se llevan a cabo actividades preventivas como en labores para los espacios libres de tabaco y de las consecuencias que genera el uso del tabaco.

“En general, acerca de lo que es el comportamiento adictivo, incluyendo lo que es la dependencia hacia la nicotina las personas buscan ayuda o aceptan la ayuda o la atención, pasan por una serie de etapas que le llamamos etapas motivacionales”, dijo Peña.

Estas etapas son: La pre contemplativa, es decir aquella persona que está activa en el consumo y está cómoda con su forma de consumir y que a lo mejor todavía no ha presentado alguna consecuencia negativa, por mucho que los profesionales hagan sugerencias o recomendaciones respecto a abandonar el consumo de tabaco.

El consumo a mediano o largo plazo puede generar consecuencias negativas en la salud, como por ejemplo la enfermedad isquémica del corazón que es una de las principales incidencias negativas que provoca además de los cánceres asociados, el EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y algunas otras enfermedades.

“Las personas simplemente tienen el pensamiento mágico de que no les va a suceder nada o tienen la fantasía del autocontrol y no aceptan la ayuda y eso en es general en la mayoría de las sustancias, sobre todo con las legales, muchas veces hacen la mala asociación de que el tema de la legalidad reduce los riesgos de aquellas que son ilegales y es un mito”, dijo.

Peña destacó que además, en el caso del tabaco, el daño que genera es irreversible y acumulativo pues destacó que hay muchas personas cuyo argumento de: yo nada más fumo eventualmente cuando estoy de fiesta o en una reunión o tengo un consumo social, sin embargo, ahí reside la dificultad para incidir en los usuarios para acercarse a los programas.

“Sobre todo cuando son usuarios jóvenes que no han presentado consecuencias negativas, hay una mayor resistencia para aceptar la ayuda, sin embargo, en el tema del tabaco nosotros a través de los espacios libres de humo de tabaco hemos logrado de alguna u otra manera, incidir en esta parte de manera preventiva”, destacó Peña.

El funcionario explicó que antes de dicha ley, se permitía a los fumadores consumir tabaco en áreas de urgencias de hospitales, en centros nocturnos, entre otros espacios en donde había familias enteras y no fumadores, y hasta la fecha aún hay personas que desconocen esta ley y fuman en sitios abiertos o con pocas personas sin saber que está prohibido.

“Hay ciudadanos que no tienen conocimiento de la Ley General para el Control del Tabaco y creen que se puede fumar en un lugar parcialmente abierto o poco concurrido, cuando la ley señala que no se puede llevar a cabo esa conducta cuando es un lugar concurrido y eso ha incidido de manera positiva nosotros vimos una reducción respecto a la media nacional”, explicó.

Peña destacó que la última encuesta realizada sobre el consumo de tabaco en el 2017, Baja California Sur estaba por debajo de la media nacional, es decir que la población de 12 a 65 años la media nacional era de 20.8 y a nivel estatal 19.4; en la población de 12 a 17 años la media fue de 4.9 y en BCS estaba tres y de 18 a 65 años la media era 20.1 y en el estado 22.2

“Ahorita en la clínica aparte de ver a los fumadores, a las personas que quieren dejar de fumar o tienen esa conducta, también atendemos otros problemas de salud mental relacionados a estas situaciones de los trastornos mentales”, explicó.

ENFERMEDADES MENTALES Y TABAQUISMO

El funcionario de salud explicó que sí hay relación entre el tabaquismo y los trastornos o comorbilidades mentales, es decir que sufren ansiedad generalizada que pueden desencadenar en el consumo de nicotina, sin embargo, aclaró que no necesariamente son determinantes.

“Por ejemplo algunos pacientes que tienen ya algún trastorno mayor o psiquiátrico tienden a utilizar estimulantes como la nicotina, pero eso es atribuible muchas veces a los síntomas colaterales de los mismos tratamientos farmacológicos, pues que le generan cierto nivel de ansiedad y a través de la cafeína o nicotina buscan la sensación de bienestar”, dijo Peña.

Además, agregó que, al dejar de consumir la nicotina, entran en fase de abstinencia y genera comorbilidades como la ansiedad y la depresión, entonces la dependencia busca evaluar esa parte, pues a veces es indispensable complementar el tratamiento integral y no únicamente enfocándose en que deje el hábito.

“Vale hacer el tratamiento integral, no únicamente enfocándonos en que la persona deje de fumar porque sabemos que el síndrome de abstinencia puede generar comorbilidades y evaluamos la intensidad de la manifestación de esos de esos trastornos, para ver si es necesario implementar algún tratamiento farmacológico”, agregó Peña.

También dijo que los pacientes que buscan dejar el cigarro entran en fase de abstinencia que al final habrá síntomas de supresión que se van a caracterizar en unos casos por angustia, ansiedad, estados emocionales desagradables que pueden ir desde la tristeza hasta la depresión misma.

¿CUÁNTO DURA EL TRATAMIENTO?

El tratamiento para dejar de fumar no es breve y de acuerdo con la severidad de la dependencia y la evolución de este, puede ir desde las nueve sesiones y se incrementan en caso de que la persona requiera de mayor apoyo.

“Según la necesidad de la misma persona, tenemos el programa de prevención de recaídas que son 10 sesiones de tratamiento y cuatro sesiones de seguimiento y las 20 sesiones propiamente del programa de cesación que es está ya destinado a personas que tienen trastornos de dependencia más severos”, destacó Peña.

El funcionario destacó que las sesiones se pueden ir incrementando de acuerdo con las necesidades del paciente, cada sesión se trabaja a través de tópicos que van trabajando con el usuario donde se le van enseñando planes de acción para resistirse al consumo, para identificar detonantes y precipitadores llamados análisis funcional de la conducta de consumo.

“Y algunos otros tópicos que precisamente ayudan a la persona a afrontar la necesidad de tentación de consumo y dentro de la misma evaluación, la fase de admisión al tratamiento, la de evaluación si detectamos lo que le comentaba, si hay una comorbilidad, se refiere al área médica para que se valore la posibilidad de un tratamiento integral y farmacológico”, explicó.

También explicó que muchas veces la falsa ilusión del control sobre el consumo de la nicotina y que no presentan problemas de salud de inmediato, hacen que los fumadores continúen con el consumo hasta que desarrollan enfermedades cardiacas, cáncer de lengua y pulmones, así como EPOC, que dejan anualmente 60 mil muertos.

“A veces le impacta eso más a los usuarios que 10 cajetillas a la quincena estaríamos hablando de 800 pesos, al mes hablaríamos de 8 mil pesos y así le vamos sumando y a veces le impacta eso más a la persona de decir ‘ah estoy gastando tanto en esto y hablando de una persona que tiene una dependencia de consumir 20 unidades por día’”, dijo.

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Peña afirmó que las consecuencias a la salud son desde el primer momento en que la persona entra en contacto con la nicotina, sin embargo, siempre la manifestación de un trastorno clínico se hará evidente desde el inicio por esto los consumidores tardan más tiempo en buscar una solución o hasta que ya los trastornos afectaron su salud.

Peña invita a las y los interesados a acudir a Nicolas Bravo 1010 o bien llamar al teléfono 612-122-46-59 para mayores informes.

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