La Paz, B.C.S. (OEM-Informex).- José Luis Ramírez Huanosto, especialista y catedrático en temas electorales, dialogó con los integrantes del grupo Madrugadores sobre la historia de las instituciones encargadas de los procesos de elección y también, de los retos que se enfrenta ahora que se ha dado la propuesta de su desaparición a nivel estatal.
Refirió que después de la revolución mexicana los institutos surgieron para llevar a cabo la organización de las elecciones en el país y en este sentido, en el año de 1917, a través de la Constitución Política promulgada el 5 de febrero de ese mismo año, instituye a la Junta Empadronadora, las Juntas Computadoras Locales y los Colegios Electorales como organismos que se encargaría de organizar y calificar los procesos para elegir al Presidente de la República y a los miembros del Congreso de la Unión.
En 1946 es promulgada la Ley Federal Electoral que crea la Comisión Federal de Vigilancia Electoral, conformada por el Secretario de Gobernación y otro miembro del gabinete, un diputado, un senador y dos representantes de los partidos políticos con mayor relevancia. De igual forma, la Ley ordena la creación de comisiones electorales locales y el Consejo del Padrón Electoral.
Posteriormente el Congreso de la Unión aprueba reformar la Ley Federal Electoral para que la Comisión Federal de Vigilancia Electoral, sea la que regule el registro de nuevos partidos políticos y también, quien emita las constancias de mayoría, misma que despareció en 1973 para ser sustituida por la Comisión Federal Electoral.
En lo que respecta a las quejas o controversias, señaló que en el año de1996 surge el Tribunal Federal Electoral (TRIFE), el cual tiene como característica especial que pertenece al Poder Judicial de la Federación, diferencia muy importante ya que antes de este cambio el organismo tenía competencias de carácter administrativas.
Sobre la desaparición de estos órganos dijo que el tema ha generado muchas controversias y opiniones encontradas, las cuales giran en torno a un planteamiento fundamental, que es la necesidad de disminuir los cotos de los procesos electorales, tema que -apuntó- no ha sido aclarado de la mejor manera, ya que en los argumentos no se plantea de manera específica ningún descenso en el gasto.
Dijo que otros señalamientos hablan de lo complejo que sería realizar las elecciones con un manual único, ya que cada esta tiene condiciones y características muy específicas, las cuales requieren de personal que conozca este panorama a la hora de organizar un proceso electoral.