La Paz, Baja California Sur.- Baja California Sur se ubica en el lugar 21 a nivel nacional en cuanto a la búsqueda de contenido pornográfico en la plataforma Google, de acuerdo con datos recientes de Google Trends.
La comunidad de Gustavo Díaz Ordaz, en el municipio de Mulegé, lidera las estadísticas dentro del estado en términos de búsquedas del “Porno”, mientras que la localidad de Los Barriles, en el municipio de La Paz, registra un alto interés en términos como Porn en inglés, con una inclinación hacia contenido relacionado con la pornografía gay, lesbianismo, y otros temas específicos como homemade y “madrastra”.
Respecto a estos términos de búsqueda que realiza la población sudcaliforniana, Livier Rueda Zarzosa, psicoterapeuta cognitivo-conductual, reconoció que el acceso a dispositivos móviles y la falta de vigilancia por parte de padres y madres hacia menores de edad son factores clave en el incremento del consumo de este tipo de contenidos, principalmente en la etapa de la adolescencia.
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“En nuestro país, el consumo de pornografía es excesivo, y tiene que ver con el fácil acceso a redes sociales y dispositivos. Además, existe poca vigilancia por parte de las familias, lo que incrementa los riesgos para los jóvenes”.
¿Existen riesgos asociados al consumo de pornografía?
La experta advierte que el consumo de pornografía, particularmente en niños y adolescentes, está vinculado a conductas de riesgo que pueden ser perjudiciales en sus etapas adultas si no son revisadas con detenimiento.
“Este contenido no está diseñado para menores, y puede tener efectos negativos a largo plazo, como la normalización de comportamientos sexuales inapropiados”.
Además, enfatizó que la exposición prolongada a la pornografía puede convertirse en una adicción, generando efectos adversos en el desarrollo psicológico de los menores.
"Es similar a la adicción a los videojuegos, pero más peligrosa por los riesgos de contacto con la delincuencia organizada a través de las redes sociales".
La psicoterapeuta recomendó que se realicen pláticas en las escuelas y conferencias dirigidas tanto a padres como a estudiantes, con el objetivo de educar sobre el uso responsable de las redes sociales.
“Un adolescente saludable debe estar alejado de dispositivos durante la noche, ya que dormir con acceso a redes sociales equivale a entregarles 'una pistola' para que sean vulnerables a los riesgos que existen en línea”.
¿Cuál es el rol de la educación en la prevención?
Por su parte, Alicia Meza Osuna, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en Baja California Sur, aseguró que los programas educativos actuales incluyen contenido sobre salud sexual y reproductiva, con un enfoque en derechos humanos y perspectiva de género.
"En todos los niveles de educación, desde preescolar hasta secundaria, se abordan estos temas, y los libros de texto contienen información detallada sobre la sexualidad y la diversidad de relaciones sexuales".
La funcionaria defiende que la educación sexual es clave para prevenir conductas de riesgo, y menciona que la forma de impartir las clases sobre estos temas han evolucionado más allá de describir únicamente los órganos sexuales, integrando una visión más amplia sobre la diversidad de relaciones sexuales, lo que permite que los estudiantes comprendan la pluralidad en la forma de vivir su sexualidad.
“La mejor manera de prevenir es tener información clara y veraz, sin prejuicios”.
Desafío para las familias
A pesar de estos esfuerzos educativos, el reto sigue siendo considerable para muchas familias en Baja California Sur, Rueda Zarzosa señaló que es importante mantener un diálogo abierto con los jóvenes que pueden estar desarrollando una adicción al contenido pornográfico.
“El primer paso es reconocer el problema, y muchas veces las personas con esta adicción no aceptan que tienen un problema hasta que empiezan a experimentar conflictos en su vida diaria, ya sea en sus relaciones familiares, laborales o personales”.
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El consumo excesivo de este tipo de contenido, advirtió, puede llevar a una desconexión de la vida cotidiana, con síntomas de abstinencia, como irritabilidad y ansiedad, que son comunes cuando los jóvenes o cualquier persona en su etapa adulta se ven alejados de sus dispositivos.
“Hay que dejar las puertas abiertas para que puedan recibir apoyo, pero también es necesario que las familias y las escuelas trabajen juntas para abordar este problema desde una perspectiva de prevención”.
Con el incremento en los índices en las búsquedas de pornografía en el estado, la especialista recomienda abordar este tema con responsabilidad, y recomienda que se establezca vigilancia en el uso de dispositivos, mismos que, insistió, “son herramientas clave” que deben estar a disposición para resolver tareas diarias y no para dejar a los menores sin la protección de riesgos asociados al consumo de estos contenidos.
