La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- El titular de la Secretaría de Planeación Urbana, Infraestructura y Movilidad (SEPUIM), Genaro Ruiz, dio a conocer que este 22 de enero se inició con la apertura de los primeros cruces viales que el Gobierno del Estado reconstruye en La Paz con concreto hidráulico, trabajos que, en lo general, presentan un avance del 51.8%, mismos que continúan con labores en banquetas y guarniciones.
El secretario estatal, enfatizó que durante el miércoles pasado se abrió el arroyo vehicular del cruce de Agustín Olachea Avilés y Tenochtitlán, en el sentido que va al centro de la ciudad; el cual se habilitó de doble circulación para proceder con las labores de pavimentación en el que va con dirección a carretera al norte.
“Estamos iniciando con la apertura de vialidades que se están reparando en la capital del estado, este programa que inició el 7 de enero, lleva un buen ritmo de trabajo, por lo que estamos cumpliendo nuestro compromiso de aminorar en la medida de lo posible las molestias que se generan con estas obras. Asimismo, anunciar que a partir del 27 de enero arrancamos con una tercera etapa, que contempla 6 tramos en el Centro Histórico”, expresó.
En ese sentido, Genaro Ruiz especificó que el día 23 de enero se abrió a la circulación el cruce de 16 de Septiembre y Guillermo Prieto, el 25 de enero se abrieron el de Revolución y Manuel Pineda, y el de Allende y Revolución. El 30 de enero, el de Márquez de León y Abasolo, y Nicolás Bravo y Lic. Verdad. Posteriormente, la segunda semana de Febrero, el de Allende y Altamirano, Altamirano y Degollado, Legaspi y Mariano Abasolo, 5 de Febrero y Abasolo, Agustín Olachea y Tenochtitlán, así como Félix Ortega y Ocampo.
Para finalizar, explicó que en el centro de La Paz también ya se abrió a la circulación la calle Belisario Domínguez, en el tramo de 5 de Mayo a Constitución, y próximamente, el domingo 26 de enero, se tiene programado abrir la calle 5 de Mayo, de Francisco I. Madero a Revolución. Asimismo, agradeció a la ciudadanía por su paciencia y comprensión ante las molestias temporales que se derivan de las obras, al tiempo de refrendar que los beneficios de las mismas serán permanentes.