El trastorno por consumo de alcohol es una enfermedad que puede afectar a cualquier persona sin importar sexo, edad o estatus social, en el 2019 fue causante de aproximadamente 2.6 millones de muertes en el mundo, de los cuales, 2 millones corresponde a hombre y 600 mil mujeres.

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Antonio dijo que pertenece a la agrupación “Un nuevo despertar”, está integrada por 14 personas; entre hombres y mujeres, que comparten su experiencia y entre todos resuelven el problema en común. Este lugar se mantiene con sus propias cuotas de contribuciones, con sesiones lunes a sábado, de 20:00 a 22:00 horas, de lunes a sábado.

Luis, originario de Ocotlán, Oaxaca, dijo que tiene 7 años en el mismo grupo, nació en Guadalajara, Jalisco, donde el padrino Miguel Flores, que es el líder de toda la comunidad de allá como de Baja California Sur, fue guía espiritual.

Actualmente, la agrupación tiene 19 años de ayudar en el proceso de la recuperación en los enfermos en la entidad y se cuenta con 36 agrupaciones a donde acuden alrededor de mil enfermos de diferentes edades, pero predominan los jóvenes de los 20 a los 60 años.

“A mí me marcaron varios factores para caer en la enfermedad, como la muerte de mi padre, la enfermedad del alcohol de mi mamá, crecí con resentimiento, con muchas preguntas hacia mi vida, sintiendo complejo de inferioridad, no me gustaba la casa donde vivía, cómo eran mi mamá; mis hermanos, entre otras situaciones que me marcaron y a los 12 años empecé a fumar cigarros, una cerveza, de allí consumí a los 15 años cocaína, fumé mariguana, luego uso la droga de impacto ‘cristal’.”

Externó que de allí a los 19 años embarazo a su novia, no estaba preparado para eso, y siguió usando el estupefaciente que lo hacía sentir grande, libre, pero luego empezó a dejar de comer, no dormía, llego a pesar 45 kilos, veía sombras, escuchaba voces, golpeó a su esposa, fue cuando pidió ayuda a su tío que estaba en Los Cabos y le dijo que se viniera para acá para poder ayudarlo, y hasta la fecha ha estado sano.

El alcohol, aunque sea en medidas moderadas, puede ocasionar estragos en la salud del consumidor. Estimando que 400 millones de personas, o sea el 7% de la población mundial de 15 años o más, sufre trastornos por consumo de alcohol, mientras que alrededor de 209 millones de personas de adultos viven con la dependencia.

Para la familia del alcohólico, también existen grupos de atención, donde se les ofrecen terapias y pláticas para saber cómo atender a una persona con esta enfermedad, ya que no solo puede tener el gusto por el consumo insaciable de las bebidas alcohólicas, sino también puede ir de la mano con una adicción a sustancias ilícitas que pueden ser la marihuana entre otras.

COMPLICACIONES DE SALUD

Una persona alcohólica puede desarrollar enfermedades a largo plazo, el más afectado es el hígado, provocándole hígado graso y cirrosis, así como el cáncer de mama, boca, garganta, laringe, esófago, colon y recto.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en información proporcionada a través de su página oficial, da a conocer que, el alcoholismo es una enfermedad y no un vicio, que puede ser prevenido si se tiene una educación basada en la moderación, reforzando los valores, la autoestima y la sana convivencia y comunicación familiar, inculcarles el gusto por el deporte en cualquiera de sus ramas y ser un digno ejemplo para sus hijos.

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No existen síntomas precisos, pero sí, hay cambios notorios en el aspecto de la persona que suele verse desalineado, sin interés en cuidar su aspecto físico, ni la salud, empezando a realizar alguna actividad para conseguir a cambio unos pesos para seguir consumiendo bebidas con alcohol.