La Paz, Baja California Sur.- “2 de octubre, no se olvida”.
En 1968, surgió una huella imborrable y trágica en la historia del país, pacíficas protestas juveniles se convirtieron en una matanza que terminó con la vida de cientos de mexicanos; específicamente en Tlatelolco, Ciudad de México.
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El ejército mexicano y las fuerzas policiales dispararon contra estudiantes y civiles en una manifestación estudiantil en la Plaza de las Tres Culturas; dejando un número indeterminado de muertos y heridos. Todo, bajo las órdenes del entonces presidente de la República Mexicana, Gustavo Díaz Ordaz.
El punto álgido de lo acontecido refiere al 2 de octubre en Tlatelolco; el movimiento estudiantil de 1968 representó una lucha social y autoritaria en diversos sentidos y no exclusivo de tal día. Lo cual, permeó de manera importante en todas las entidades federativas del país, incluyendo a Baja California Sur.
Para Eusebio Salazar, quien forma parte de la población adulta mayor, Sudcalifornia debería mantener en su memoria histórica este aberrante suceso, el cual marcó el contexto político del país, y favoreció el cambio social que, a raíz de este día, se enmarca en la vida de quienes fueron asesinados.
“Este suceso me lo enseñaron en la primaria, y aparte, un tío mío fue participante de este suceso; y a raíz de eso estuve investigando. Mi tío era de Durango, estaba en el ejército y él participó, lo mandaron por el Secretario de Gobernación… (...) Según me platica, el presidente de la República dio la orden a todo el ejército mexicano, y también tengo un amigo, maestro, que fue líder de ese suceso… Pero, yo creo que mucha gente ni sabe de eso; vale la pena investigar”, dijo.
La comunidad estudiantil exigía respuesta ante las demandas políticas y sociales, incluyendo la libertad, justicia y apertura democrática. Sin embargo, ese 2 de octubre de 1968 se considera una sangrienta masacre, dejando un saldo de aproximadamente 325 personas asesinadas y más de mil detenidos, muchos de ellos torturados y juzgados como “terroristas”. Meses después, Díaz Ordáz reconoció la responsabilidad de las decisiones de gobierno que provocaron esta situación.
Y, en efecto, algunas juventudes que residen en la capital del estado reiteran su desconocimiento total del tema; “No le sabría decir, ¿qué pasó?” y “No le sé decir”, fueron algunas de las respuestas tras preguntar a un grupo de jóvenes sobre qué pasó el 2 de octubre de 1968.
Mientras; Hugo Tarín de 34 años, asegura que “no recuerdo dónde aprendí de esto, pero me acuerdo de que en la universidad hice un trabajo sobre esto. Y me interesaba, porque estaba en licenciatura y era algo porque eran estudiantes quienes formaban parte del movimiento. (...) Es importante que sepamos de esto porque es algo muy lamentable que cometió el Estado, y si la gente no lo recuerda es más probable que pueda volver a suceder”.
Por su parte, Luisa, de 25 años, opina que “hay que escuchar a quienes vivieron este momento durante su juventud. Que continúe este hecho con una fecha histórica que nunca debe repetirse”.
“SOY HIJA DEL 68”: PRESIDENTA DE MÉXICO
En su primera conferencia matutina, la presidenta de la República Mexicana, Claudia Sheinbaum Pardo, expresó una disculpa pública a nombre del Estado Mexicano; rindiendo homenaje a las víctimas, y reconociendo la responsabilidad de impulsar la justicia, las libertades y los derechos en el país.
“El día de hoy, lo vamos a dedicar al 2 de octubre, no se olvida. Hace 56 años, en la plaza de Tlatelolco, después de un movimiento estudiantil que lo que pedían era libertad, democracia… Fue perpetrada una de las mayores atrocidades que se vivió en México, en la segunda mitad del siglo XX. Fue ordenado por el entonces presidente de la República, Díaz Ordáz, comandante en jefe de las fuerzas armadas, la represión contra estudiantes que, en libertad y pidiendo diálogo público que había sido ofrecido, fueron asesinados, encarcelados…”, comentó.
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“Y al final, el reconocimiento del entonces presidente Díaz Ordáz, como el responsable de todo lo que ocurrió ese dos de octubre. Personalmente, para mí es una obligación del día de hoy; he dicho en otras ocasiones que soy hija del 68, mi madre participó en ese movimiento estudiantil, era profesora del Instituto Politécnico Nacional (IPN), participó como profesora ayudando a los estudiantes. Después fue expulsada del IPN por haber participado; además de cursar sus estudios de posgrado, era profesora y fue expulsada (...) Para nosotros, en la familia, fue algo que vivimos personalmente”, agregó.
Finalmente, el movimiento abrió la puerta de participación política de muchísimos jóvenes y la sociedad en su conjunto para un país más democrático, siendo sumamente importante conocer la historia del país y lo que nos acontece en nuestro entorno, señaló Sheinbaum Pardo.
¿Ya conocías el por qué el lema “2 de octubre, no se olvida”? Para ti, ¿por qué es importante conocer lo acontecido en ese día?