La Paz, Baja California Sur. (OEM - Informex).- Los estudiantes, Jade Joselyn Pérez Gastélum y Edwin Alexis Hinojosa Anguiano, pidieron a los ciudadanos en general y sobre todo a quienes viven cerca de una escuela, que participen activamente en contra de las afectaciones que sufren los planteles educativos durante el periodo vacacional, para lo cual, solicitaron públicamente que se denuncien todas aquellas actividades o hechos sospechosos, que ocurran tanto en el exterior como en el interior de dichas instalaciones.
REPERCUSIONES SEVERAS
Ambos comentaron que los robos y los actos de vandalismo que se registran en las escuelas, tienen serias repercusiones para la comunidad estudiantil, ya que los primeros en mención, representan un daño a la economía del aparato educativo que casi siempre, termina por afectar la formación académica de los alumnos y, en los segundos, se tiene una repercusión en la imagen que también registra alcances en el aspecto económico, porque los daños deben resarcirse.
“Estos ataques pueden prevenirse con la colaboración de la ciudadanía, para ello es necesario que se denuncien estos hechos mediante una llamada telefónica al 911, para pedir la intervención de la policía y lograr que se capture a los responsables”, comentaron.
Otro aspecto que ven como una necesidad importante, es que los testigos recaben los datos que se deben dar a conocer a la autoridad, como es la dirección del plantel que está siendo afectado y, en caso de haberlo visto, las características de la o las personas involucradas.
La intención de esto es frenar al máximo el número de robos que se cometen en contra de las escuelas, mediante la solidaridad y la participación ciudadana, la cual debe asumir la parte que le corresponde al momento de presenciar un acto indebido.
Por otro lado pidieron que el número de emergencia sea empleado de manera responsable y que se eviten las llamadas de broma, ya que esta práctica entorpece y distrae la intervención de las autoridades y de las instituciones de emergencia, cuando realmente hay personas en una situación de riesgo.
El índice de llamadas falsas es actualmente de un 60%, cifra que ha disminuido en un 30%, en los últimos años, pero sigue siendo aún muy alta sobre todo si se toma en cuenta las afectaciones que puede tener para quienes verdaderamente necesitan una ambulancia o a la policía.