La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Bajo el sustento de una política adecuada, los árboles pueden ser los promotores clave para lograr un desarrollo urbano sostenible, si se toma en cuenta que el 55% de la población del mundo se concentra en las grandes ciudades y esa tendencia aumentará a 68% para el año 2050, aseguró María Inés Hernández de la Peña, coordinadora del área de Árboles y Ciudades de la organización Reforestamos.
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Al participar en la conferencia virtual “Los bosques urbanos en México: avances y propuestas de un marco normativo para su protección y recuperación”, la especialista destacó que el crecimiento de las ciudades representa un reto, pues implica un aumento en la demanda de servicios ambientales.
Durante el evento organizado por el Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable, en el marco del Mes del Bosque que auspicia la Secretaría de Medio Ambiente, Hernández de la Peña subrayó que este crecimiento también representa un área de oportunidad para incrementar las acciones de adaptación y mitigación del cambio climático.
En ese sentido, aseguró que los árboles son los promotores del desarrollo urbano sostenible, pues ayudan a mantener la biodiversidad en las ciudades, mejoran la calidad del aire, aumentan la resiliencia ante desastres naturales, son refugio y reguladores de la temperatura ante el fenómeno de las islas de calor y ayudan al cuidado de los acuíferos.
También, dijo, se ha demostrado que generan beneficios económicos a los habitantes de las ciudades que poseen este bien, al aumentar el valor de sus propiedades. Además, al tener un espacio de convivencia sano, como los parques, se fomenta el transporte limpio, como la bicicleta, y se fortalece el tejido social.
No obstante, advirtió que en México no hay una cultura ni una política que permita su aprovechamiento eficiente, por lo que muchos de los problemas que se presentan en torno a los árboles surgen porque “se han plantado las especies equivocadas en los lugares equivocados”.
En consecuencia, el arbolado en las ciudades no está dando todos sus servicios ecosistémicos, dijo, e insistió en la necesidad de procurar su manejo adecuado, lo que sólo podrá ser posible si se cuenta también con un marco normativo que ayude a posicionarlo como un aliado estratégico para el desarrollo sostenible.
Llamó a trabajar con sentido de urgencia en una política de arbolado urbano que considere una estrategia transversal, con la participación de las autoridades a nivel nacional, en el ámbito local y con el involucramiento de la población, ya que ello ayudará a generar una visión específica y propia como ha ocurrido en países como Japón, Australia y Estados Unidos.