La Paz, Baja California Sur. (OEM-Informex).-El equipo de Bomberos de Cabo San Lucas, que se desplegó hacia Acapulco, Guerrero, para brindar apoyo tras el desgarrador impacto del huracán Otis, realizó el rescate de 15 personas que se encontraban incomunicadas en colonias afectadas.
La institución informó que, realizando una amplia gama de tareas de búsqueda, rescate y asistencia en colaboración con los servicios de emergencias locales, lograron ubicar a las personas en colonias como Centro, Progreso, Hermenegildo Galeana, Chimecas, La Laja y Costa Azul. Además, se llevaron a cabo 10 servicios para retirar estructuras colapsadas y árboles caídos en la colonia Farallón, en colaboración con el Cuerpo de Bomberos de Acapulco.
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Adicionalmente, reportaron 4 búsquedas con drones en áreas afectadas para descartar la presencia de personas fallecidas. También se efectuaron búsquedas a pie en zonas agrestes a lo largo de seis kilómetros de ribera de un río y 2 inmersiones de buzos rescatistas en el área de Club de Yates y Marina. Estas acciones tuvieron como objetivo localizar a personas no encontradas que podrían haber estado a bordo de barcos reportados como desaparecidos."
“Las labores de los bomberos se centraron en varias áreas de asistencia, incluyendo búsqueda y rescate utilizando drones y métodos terrestres. Además, se realizaron evaluaciones médicas, se localizó a personas incomunicadas ”
Asimismo, notificaron que se brindó asistencia médica a dos personas que requerían procedimientos quirúrgicos y no habían tenido acceso a servicios médicos después del huracán. Estos pacientes recibieron atención y uno de ellos fue trasladado en colaboración con rescatistas del estado de Chihuahua
Finalmente, se dio a conocer que previo a su regreso a Los Cabos, el Cuerpo de Bomberos de Cabo San Lucas, bajo la responsabilidad del comandante Raúl Loyola, donó herramientas y equipo hospitalario que habían sido recibidos como donación previa para llevar a cabo la misión de apoyo en Guerrero, a los Bomberos de Acapulco.
UN BOMBERO EN ACAPULCO
"Fue una experiencia angustiante y perturbadora, el olor a descomposición en Acapulco era tan intenso que durante todo el día persistía el aroma a muerte humana” Esas fueron las primeras declaraciones de Gerardo Esquerre, integrante del área de comunicación del Cuerpo de Bomberos de Cabo San Lucas, después de su participación en las labores de asistencia en Acapulco, tras la devastación causada por el huracán.
Explicó que el cuerpo de bomberos se desplazó a Acapulco desde el día domingo 29 de octubre, regresando el viernes 3 de noviembre para llevar a cabo las labores de asistencia y socorro. Durante su testimonio, describió el impacto del desastre, detallando la caótica situación en las colonias de la ciudad donde predominaba la acumulación de basura, la escasez de agua potable y un penetrante olor a descomposición que impregnaba el ambiente.
"Desde el día que arribamos hasta nuestra partida, la condición sanitaria de la ciudad fue deteriorándose gradualmente. Se notaba que las calles estaban más sucias, con un descenso en el nivel del agua y la presencia de barro. Aparecieron muchos zancudos, abundantes moscas y una gran acumulación de residuos domésticos".
Expuso que durante las labores de rescate, el equipo de auxilio intentó alcanzar zonas más elevadas, enfrentándose a un gran obstáculo: la masiva acumulación de desechos que bloqueaba las vías, impidiendo su avance.
"Llegamos a las zonas elevadas del anfiteatro de la bahía, un área que podría compararse a un auditorio en la bahía de Acapulco. Alcanzamos, por ejemplo, la colonia Chimecas, ubicada en una zona elevada, y queríamos llegar más arriba, pero resultó imposible debido a la gran cantidad de basura en las calles. Fue impactante, sobre todo por la preocupación o la incertidumbre sobre el persistente olor a carne descompuesta que se percibía en muchos lugares de Acapulco".
INSEGURIDAD
El periodista Esquerre relató que la seguridad representó otra situación estresante para el equipo de bomberos, ya que había personas al acecho de los vehículos, intentando asaltarlos y robar sus pertenencias.
"El tema de la seguridad fue otro. Desde el momento en que estábamos saliendo hacia Acapulco, al pasar por el estado de Morelos, se nos informó que no llegáramos a Acapulco esa noche y que no tomáramos la Autopista del Sol, sugiriendo que durmieramos en Cuernavaca o en Chilpancingo. Nos comunicaron esto a medianoche por cuestiones de seguridad. Al llegar a Acapulco, presenciamos vehículos particulares con personas en los techos, buscando a quién podrían detener y, evidentemente, robar."
Explicó que circulaban en un convoy de Protección Civil del estado de Guerrero, por lo que no fueron detenidos; sin embargo, en varias ocasiones fueron intimidados
"A los muchachos, en varias ocasiones, se les acercaron personas para preguntarles qué estaban haciendo, y en una de las operaciones les impidieron utilizar el dron. En uno de los momentos, aparentemente, intentaron asaltarme. Seguían mis pasos y logramos disuadirlos. Era un grupo de pandilleros que notaron que llevaba el celular en la mano y les resultó fácil seguirme."
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"Se trataba de una situación crítica, donde no solo robaban pertenencias, sino también comida y agua. Las fuerzas federales intentaron controlar la situación, y hasta el día jueves parecía que estaban actuando de manera adecuada."
Por ello, dijo, la actitud de la gente en Guerrero fue en algunas ocasiones hostil y empezaron a levantar barricadas, Gerardo Esquerre calificó esto de entendible pero lamentable ya que a pesar de que querían ayudar a la gente, ellos veían a los elementos del cuerpo de bomberos como un peligro.
"Pues éramos de todo, menos de confianza. Tristemente, fue doloroso ver Acapulco así, muy doloroso. No te voy a decir que no, lloré. Regresé con los nervios destrozados y es un poco difícil poder superar este momento. Hoy, a día y medio que llegué, ya comienzo a procesar todo lo que viví." concluyó.