La Paz, B.C.S. (OEM-Informex).- La venta de pescados y mariscos se desplomó hasta en un 80 por ciento durante los últimos 8 días, derivado del mal tiempo que impidió a los ribereños salir a trabajar, y a que en durante la temporada de navidad y fin de año los pescadores acostumbran a descansar.
Algunas pescaderías de La Paz se quedaron sin producto, con solo algunos kilos de filete de corvina traída de la zona de San Felipe, en el Alto Golfo.
Locatarios del mercado Bravo informaron que se trata de un fenómeno que se registra cada año en esta temporada, cuando se consumen más carnes rojas que alimentos del mar; solo los restaurantes siguen adquiriendo algunos productos para mantener vigentes sus cartas.
En términos generales se desploman los volúmenes de venta, pero como no hay oferta variada, se vende “todo lo que caiga”, declaró un comerciante a este medio, y se espera que la próxima semana se regularice el abasto, una vez que mejoren las condiciones climáticas.
Salvo la corvina, prácticamente la totalidad de los productos del mar que se expenden en La Paz provienen de litorales de Baja California Sur; el guachinango y la cabrilla de Todos Santos, la pierna, el jurel, la cabrilla y el verdillo de la costa central del pacífico y la zona pacífico norte, el cochito de Los Planes y El Sargento, el camarón de Bahía Magdalena o de granjas locales, y la langosta del Golfo de Ulloa.
Hasta ahora, los precios de de estos productos se mantienen siendo el más caro el camaron que llega hasta los 500 pesos en las tallas grandes y le sigue la cabrilla grande a 280 pesos el kilo entera; el cazón a 220, el cochito a 120 y la cabrilla mediana a 120.
Entre los más populares, destaca la mojarra a 60 pesos el kilo entera, la sierra en 70 y el pargo mulato en 80, y durante los últimos días, entre las escamas que más se vendieron destacó el verdillo y el jurel y otras de las conocidas como de tercera, cuyo precio no rebasa los 120 pesos el kilo en filete.
Se espera que estos precios se mantengan durante las próximas semanas, hasta mediados de febrero previo al inicio de la Cuaresma, cuando se dispara el consumo de productos del mar.