La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- El vocero de la Diócesis de La Paz el Padre Juan Gómez señaló que buena parte de la ciudadanía está actuando irresponsablemente en la lucha contra la pandemia de Covid-19; denunció que pese a las indicaciones de la autoridad continúan la reuniones familiares y las fiestas en los domicilios, no se guardan las medidas de distanciamiento y no todos usan el cubrebocas, y en ese sentido consideró que de parte de las autoridades probablemente haga falta un “poquito más de mano dura pero sin caer en algo dictatorial”, por qué desafortunadamente “a veces tenemos que actuar de una manera coercitiva”, dijo el líder religioso.
Suscríbete aquí a la edición digital de El Sudcaliforniano
Es lamentable que se tenga que llegar a esos extremos, añadió.
Recordó que atendiendo las restricciones del nivel 5 de la alerta sanitaria todos los templos están cerrados, y que en los anteriores niveles la iglesia ha cumplido con todas las medidas que indica la autoridad sanitaria; se habla mucho de la resiliencia y la espiritualidad forma parte de eso, pero la autoridad no la considera esencial, cuestionó.
El padre Juan Gómez citó los resultados de una encuesta recién aplicada en la ciudad de México, en donde el 50% de los contagiados dijeron haber adquirido el virus en reuniones familiares; el 30% en tiendas y restaurantes, y en el resto no sabían; nadie dijo haberse contagiado en un templo.
Aclaró que aunque no hay oficios religiosos presenciales las misas se trasmiten por diversos medios, a los enfermos se les sigue visitando en hospitales y los funerales se hacen de acuerdo a los protocolos de las funerarias; los bautizos se hacen de manera privada y solamente con los padres y los padrinos del niño.
Asimismo, dio a conocer que a la fecha de los 120 sacerdotes de la Diócesis de La Paz 10 se han enfermado de Covid-19 y uno falleció por otras causas luego de superar la enfermedad.
Finalmente y con respecto al Centro de Rehabilitación para adicciones Kumi que opera la iglesia católica, informó que desde el inicio de la pandemia fue cerrado para evitar contagios y en la actualidad solo ofrece servicios de manera ambulatoria con un promedio de 15 pacientes por mes, contra los más de 60 de antes de la emergencia sanitaria.
