/ lunes 8 de julio de 2024

Concha nácar y madre perla, auténticos tesoros de La Paz

La concha nácar es un material precioso que se ha utilizado durante siglos en la elaboración de joyería y artesanías

La Paz, Baja California Sur.- La ciudad de La Paz, ubicada en la península de Baja California, es un destino turístico reconocido por su belleza natural y sus riquezas culturales. Entre sus recursos naturales más destacados se encuentran la concha nácar y la madre perla, especies que desempeñan un papel fundamental en la región, ya sea por su belleza cautivadora o su valor cultural arraigado.

Lee: 90% de los arrecifes del Golfo de California están degradados: Octavio Aburto

De acuerdo con Isabel Guadalupe Martínez Ibarra, estudiante de posgrado en Ciencias Marinas y Costeras de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), la concha nácar es un material precioso que se ha utilizado durante siglos en la elaboración de joyería y artesanías.

En las culturas indígenas locales, la concha nácar tenía un significado simbólico especial, ya que se asociaba con la fertilidad, la abundancia y la protección. Su uso en distintos objetos refleja la identidad cultural de la comunidad y preserva sus tradiciones. Además de su valor cultural, la concha nácar también tiene un destacado valor económico.

El cultivo de madre perla ha experimentado un notable crecimiento económico en la ciudad. Los criaderos de madre perla y concha nácar han surgido como una alternativa sostenible a la extracción directa de los moluscos en su hábitat natural.

Las ostras perleras se cultivan en jaulas que se colocan en el fondo del mar, donde los productores realizan un seguimiento minucioso para recolectarlas cuando están listas para ser cosechadas.

Ambas se comercializan tanto a nivel local como internacional, beneficiando a artesanos y comerciantes locales que venden joyería y objetos decorativos elaborados con la concha de estas ostras.

El sector turístico también se ve favorecido, ya que los visitantes buscan adquirir recuerdos hechos de este material, promoviendo el desarrollo sostenible de la región. De esta forma, Martínez Ibarra destaca la gran importancia cultural y económica de estas especies para la región, aunque reconoce que se enfrentan a una serie de amenazas que ponen en riesgo su sostenibilidad.

Una de las principales amenazas es la sobreexplotación de las poblaciones naturales. En el pasado, esta actividad se realizó de forma indiscriminada, lo que llevó a una disminución significativa de sus poblaciones.

No menos importante es el efecto del cambio climático, pues el aumento de la temperatura del agua y los cambios en los patrones de precipitación pueden alterar las condiciones ambientales necesarias para el desarrollo de estos organismos.

Estas situaciones han impulsado a que cada vez más expertos en el tema busquen soluciones para la preservación de las especies.

Finalmente, Martínez Ibarra destaca la pertinencia de informar a la población sobre la importancia de la conservación de la concha nácar y la madre perla. Manifiesta que se deben promover campañas de sensibilización para que la sociedad comprenda el valor de este recurso y la necesidad de protegerlo para un desarrollo sostenible que beneficie tanto a las generaciones actuales como a las futuras.

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Considera a la concha nácar y la madre perla como auténticos tesoros de La Paz, que desempeñan un papel destacado en las comunidades costeras, tanto desde el punto de vista cultural como económico, enriqueciendo la cultura de la comunidad con su valor estético y simbólico, mientras que su comercialización ha generado empleo e impulsado el turismo local.

La Paz, Baja California Sur.- La ciudad de La Paz, ubicada en la península de Baja California, es un destino turístico reconocido por su belleza natural y sus riquezas culturales. Entre sus recursos naturales más destacados se encuentran la concha nácar y la madre perla, especies que desempeñan un papel fundamental en la región, ya sea por su belleza cautivadora o su valor cultural arraigado.

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De acuerdo con Isabel Guadalupe Martínez Ibarra, estudiante de posgrado en Ciencias Marinas y Costeras de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), la concha nácar es un material precioso que se ha utilizado durante siglos en la elaboración de joyería y artesanías.

En las culturas indígenas locales, la concha nácar tenía un significado simbólico especial, ya que se asociaba con la fertilidad, la abundancia y la protección. Su uso en distintos objetos refleja la identidad cultural de la comunidad y preserva sus tradiciones. Además de su valor cultural, la concha nácar también tiene un destacado valor económico.

El cultivo de madre perla ha experimentado un notable crecimiento económico en la ciudad. Los criaderos de madre perla y concha nácar han surgido como una alternativa sostenible a la extracción directa de los moluscos en su hábitat natural.

Las ostras perleras se cultivan en jaulas que se colocan en el fondo del mar, donde los productores realizan un seguimiento minucioso para recolectarlas cuando están listas para ser cosechadas.

Ambas se comercializan tanto a nivel local como internacional, beneficiando a artesanos y comerciantes locales que venden joyería y objetos decorativos elaborados con la concha de estas ostras.

El sector turístico también se ve favorecido, ya que los visitantes buscan adquirir recuerdos hechos de este material, promoviendo el desarrollo sostenible de la región. De esta forma, Martínez Ibarra destaca la gran importancia cultural y económica de estas especies para la región, aunque reconoce que se enfrentan a una serie de amenazas que ponen en riesgo su sostenibilidad.

Una de las principales amenazas es la sobreexplotación de las poblaciones naturales. En el pasado, esta actividad se realizó de forma indiscriminada, lo que llevó a una disminución significativa de sus poblaciones.

No menos importante es el efecto del cambio climático, pues el aumento de la temperatura del agua y los cambios en los patrones de precipitación pueden alterar las condiciones ambientales necesarias para el desarrollo de estos organismos.

Estas situaciones han impulsado a que cada vez más expertos en el tema busquen soluciones para la preservación de las especies.

Finalmente, Martínez Ibarra destaca la pertinencia de informar a la población sobre la importancia de la conservación de la concha nácar y la madre perla. Manifiesta que se deben promover campañas de sensibilización para que la sociedad comprenda el valor de este recurso y la necesidad de protegerlo para un desarrollo sostenible que beneficie tanto a las generaciones actuales como a las futuras.

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Considera a la concha nácar y la madre perla como auténticos tesoros de La Paz, que desempeñan un papel destacado en las comunidades costeras, tanto desde el punto de vista cultural como económico, enriqueciendo la cultura de la comunidad con su valor estético y simbólico, mientras que su comercialización ha generado empleo e impulsado el turismo local.

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