Loreto, Baja California Sur.- Los historiadores José Alejandro Aguayo Monay y Jorge Amao Manriquez abrieron el ciclo de conferencias para la conmemoración del 50 aniversario de la creación del Museo de las Misiones de Loreto.
Transportando a los asistentes a interesantes eventos en un viaje por la historia y colonización de la antigua California, que comprende Baja California Sur, Baja California, México, y California EU, siendo Loreto el proveedor de la semilla de los antiguos fundadores de los asentamientos humanos a lo largo y ancho de este territorio, así lo refiere Alejandro Aguayo, al estar dando cuenta de sus investigaciones.
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Esto, mencionó está plenamente identificado y documentado en los escritos que datan de aquellas épocas, donde se menciona como desde el presidio de Loreto, antigua capital de las Californias partían los grupos colonizadores para establecerse en los puntos ya previstos, fortaleciendo estos datos al ver cuales eran los apellidos predominantes en cada uno de los puntos, recalcó.
Aguayo Monay en su charla ilustra al público sobre cómo fue este proceso de colonización de la antigua California, despertando un gran interés en un grupo de jóvenes estudiantes que estuvieron esta tarde en los patios del museo.
Por su parte, Jorge Amao Manriquez, dio luz a lo que fueron los pueblos originarios de la California, que tras el arribo de los misioneros y su proceso evangelizador, vieron diezmadas sus poblaciones en pocas décadas.
Destacando una fecha que a pocos días de la llegada de la orden española marcó el destino de los pueblos indígenas californios, siendo la noche del 13 de noviembre de 1697, la cual dentro del calendario lunar de aquellos pueblos se daba la reunión para uno de los más grandes rituales en el centro ceremonial de Londo, hoy el Valle de San Juan Londó, a unos 34 kilómetros al norte de Loreto.
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Esa noche la enmarca el historiador sudcaliforniano, como trágica ya que la falta de comunicación y entendimiento, entre los recién llegados a esta tierra y quienes aquí vivían que era para ellos un momento lleno de magia, al lanzar tierra y piedras al aire que jamás, dicen los documentos, alcanzaron a la orden misional yal ejército español, cayeron bajo una respuesta de pólvora convirtiéndose en una primera gran aniquilación de los indígenas.
Posterior a este día los cambios en usos y costumbres, el trabajo de largas jornadas y enfermedades continuaron disminuyendo el número de los indígenas pertenecientes a los pueblos originarios de la antigua California, lo que provocó su desaparición.