La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- El señor Natanasio García Sánchez estaba haciendo trabajos de albañilería en el panteón de Centenario que esta rumbo al Panteón. Esto en memoria de su esposa difunta hace 11 meses, quien desafortunadamente falleció al perder la batalla contra el cáncer.
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“Mi esposa falleció de cáncer, aquí le estoy haciendo su capillita para que descanse en paz, algo bonito. Como nosotros somos ejidatarios, todos los que son ejidatarios tienen su pedacito cada quien, toda la familia, para cuando se nos adelanten”.
Natanasio menciono que tiene un degustadero, que es para tener animales, pero tuvo que verse en la necesidad de vender algunas de sus propiedades para poder curar a su esposa, a pesar de los grandes esfuerzos por salvar su vida y las fuertes cantidades de dinero que tuvieron que cubrir en gastos médicos, ella murió de cáncer.
“Tengo mi degustadero, no son de siembra porque no tenemos agua para siembra. El degustadero es para tener animalitos son varias hectáreas, pero tuve que vender algunas propiedades para curarla”.
“Nos mandaron a Guadalajara,pero los estudiosson muy caros en México, me salía como en 35 mil pesos y haya en México estuvimos con una hermana de ella.Su cuñado le agarro el teléfono y le dijo que fuera a Guadalajara, le habló y le dio el domicilio, de México nos vinimos a Guadalajara se hizo los estudios y al otro día vinimos paraacá”.
Sin embargo y a pesar de la buena voluntad, la venta de terrenos y demás esfuerzos, a los tres meses de regresar a La Paz su esposa se fue acabando: “Una cosa muy rápida con ese estudio, se le bajaron todas sus defensas, ya no resistió más”.
Don Natanasio tiene 5 hijos ya grandes, muchos nietos y bisnietos: “Las chamacas se me casaron muy jóvenes, una de 15 años y la otra a los 21 años. Se me casaron y pues ya se me fueron bien rápido”.
“Pues no se mucho, pero le se un poquito a la albañilería, pero pues ya nomas para que quede bonito. Yo peque todo lo de abajo y colamos los castillos y todo”.
Actualmente esta trabajando de velador: “Por donde entra uno al puente del aeropuerto,donde comienza la rampa, donde rentan grúas y montacargas, hay estoy de noche trabajando.Pues no me va muy bien, pero le digo, dicen mis hijos o mis hijas a que vas, le digo si nomas voy en la noche y hay esta muy tranquilo, es poquito lo que me dan, pero pues quien me lo va a dar acostado en la cama o tirado en el sillón, nadie me los va a dar verdad, pues me dan $1600 pesos a la semana, un dinerito”.
Aseguro que la pandemia no le ha afectado tanto como a quienes tienen menos que él. Le cae un dinerito de aquí, otro dinerito de allá, más su pensión que no es mucho, pero es algo: “Mi pensión no es mucho porque tengo un préstamo que me hicieron como de veinte tantos, de mi pensión me quitan 700 pesos, los aguinaldos ya nos los dieron”.
“Entonces hay gente más pobre que nosotros, estamos pobres, pero no estamos pobres porque tenemos salud, eso es lo mejor.Imagínese nomas los deportistas no tienen sus dos pies y todavía le hacen el intento de competir y nosotros que estamos bien no queremos ni competir.Decía una cuñada estoy grande pero no estoy vieja, no le gusta que le digan oiga señora viejita”.