La Paz, Baja California Sur.- De los mil litros por segundo de agua potable que se inyectan a esta ciudad, 400 llegan a la planta de tratamiento de aguas residuales que está a cargo del Organismo Operador Municipal del Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (Oomsapas), donde son procesadas para el riego de cultivos no comestibles de forma cruda, áreas verdes y el campo de golf de El Mogote.
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La directora de la Comisión Estatal del Agua (CEA), Tatiana Davis Monzón, informó que por normatividad la recolección de las aguas residuales y su tratamiento corresponde a los ayuntamientos, a través de los Oomsapas, de manera que el líquido pueda ser procesado para que tenga la calidad mínima necesaria indicada por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) antes de verterla a cualquier cuerpo receptor o darle un segundo uso.
“Por eso es que casi siempre son las ciudades y algunas de las comunidades rurales, de las más grandes, las que cuentan con red de alcantarillado”, aseveró.
Explicó que las aguas residuales que corren por las tuberías del drenaje se conducen por gravedad hasta los colectores que la vierten en el cárcamo número tres, donde es separada la tierra y la arena, antes de enviarla a la planta de tratamiento, para su procesamiento y reutilización.
Precisó que esta planta, ubicada atrás de las antiguas lagunas de oxidación, se inauguró en el 2017 y utiliza un proceso mecánico y biológico denominado de lodos activados para la depuración de las aguas residuales, que pueden catalogarse como de calidad secundaria, es decir, adecuada para algunos usos, pero no para el consumo humano.
Dijo que la planta tiene una capacidad de tratamiento de 700 litros por segundo, pero recibe 400, por lo que tiene margen para recibir más con el paso de los años.
Respecto a la diferencia del volumen de agua que se inyecta a la ciudad de La Paz, expresó que una parte es procesada por la planta de tratamiento que se utiliza en el campo de golf de Costa Baja y otra parte se pierde en las fugas que hay en las redes de agua potable y de drenaje, así como en el riego de jardines en los domicilios.
Precisó que las fugas del drenaje se dan por las tuberías viejas, sobre todo del centro de la ciudad, de manera que hoy se recurre a la sustitución de las mismas antes de pavimentar o repavimentar calles, que es lo que se denomina como saneamiento.
Dijo que las filtraciones de agua residual por las tuberías viejas puede suceder, pero el riesgo de contaminación de los acuíferos es mínimo, debido a que Baja California Sur tiene un suelo arenoso que sirve como filtro y a la profundidad de los reservorios de agua, además de que estos se encuentran en la zona de Los Bledales, alejados del centro de La Paz.
La directora del CEA aclaró que no existen descargas de aguas residuales al mar por parte del sistema de alcantarillado, a menos que haya excedentes, que ocurren generalmente en tiempos de lluvias y huracanes, pero sin riesgo de contaminación porque tienen un tratamiento de calidad secundario.
“Hay procesos primarios, secundarios y terciarios. El terciario ya es una calidad de agua que si bien no es potable, porque en México todavía no está normado el que podamos tomar agua después de que fue residual, prácticamente es una agua limpia…, que no contamina, que no provoca propagación de enfermedades, que no contiene patógenos, o la probabilidad de que los tengan es muy pequeña”, comentó.
Abundó que este tipo de agua se recomienda para cultivos que no se consumen crudos, pero no ocasionaría ningún daño en todo caso, cuando se está cumpliendo con la norma.
Tatiana Davis mencionó que normalmente las aguas residuales de La Paz no contienen químicos ni altos grados de gases, ya que está normado, de tal forma que “es obligatorio para restaurantes, talleres mecánicos y otro tipo de comercios e industrias, tener tratamientos previos al vertido de la red interior, como son los desengrasantes”.
Mencionó que tampoco se pueden arrojar al drenaje químicos de tintorerías o de algún otro proceso y si esto pasa y llega a la planta de tratamiento se quitan estos contaminantes, pero esto cuesta más.
Aprovechó para enviar un mensaje a la población: “Hay prácticas que debiéramos tener o mejorar como no arrojar basura a la red de alcantarillado, porque no está diseñado para eso, tampoco arrojar químicos y disminuir el uso de químicos de limpieza en nuestros hogares, porque en el trayecto pueden provocar tapones en las tuberías o al llegar a la planta hacen más costoso el tratamiento.
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Asimismo, señaló que poca gente sabe que es más costosa la instalación de las redes de alcantarillado que las de agua potable, por el diámetro de las tuberías y las profundidades que implica.
Finalmente, dijo que la anterior planta de tratamiento de La Paz quedó en desuso, solo se aprovechan algunas instalaciones como oficinas del Oomsapas, pero todo el tratamiento de las aguas residuales se hace con la infraestructura nueva que fue construida con recursos de Conagua.
Respecto a las antiguas lagunas de oxidación, dijo que ahí se vierten los excedentes cuando se generan, por lo que hoy funcionan como extensiones de carácter ecológico.