La Paz, Baja California Sur. (OEM - Informex).- Familias de comunidades del norte del estado registran en las últimas semanas un aumento en las llamadas de extorsión telefónica, de supuestos secuestradores que dicen tener privada de la libertad a algún miembro de la familia, a la que para liberarla piden una suma de dinero que llega hasta los 200 mil pesos, aunque en algunos casos queda en 25 mil.
Un vecino de San Carlos que fue víctima de un intento de extorsión denunció que este tipo de fraudes se han incrementado en los últimos meses; en algunos casos, con personas que caen en el garlito y van al banco hasta Ciudad Constitución a depositar la suma de dinero que les exigen, aunque posteriormente se dan cuenta de que el supuesto secuestro de su ser querido era falso.
Estos fraudes aumentan cuando en Bahía Magdalena y otras zonas pesqueras hay más movimiento de dinero, particularmente cuando están en apogeo pesquerías de alto valor comercial como la Catarina, la langosta y la almeja generosa, entre otras.
Según el denunciante, los maleantes cuentan con alguna información sobre sus víctimas, de tal modo que cuando lo contactan, le dan algún nombre o algún dato específico de su familia, lo que les facilita operar el engaño.
Otra modalidad es la de llamar a la persona por teléfono y hacerle creer que son de un supuesto cartel, pidiéndole una suma de dinero a cambio de no hacerle daño ni a él ni a su familia.
En estos casos, infunden tal miedo a la víctima que lo obligan a no contestar el teléfono salvo llamadas del número que ellos le indican; le piden irse a un domicilio diferente y hasta cambiarse de carro. La operación de esta modalidad puede durar hasta dos o tres días, tiempo en que la víctima debe permanecer sin contacto alguno con sus familias.
Los mensajes o las llamadas de extorsión son enviadas por los maleantes a las personas que indican sus víctimas ya sean familiares o amigos que pueden disponer de algún dinero de manera rápida, y a quienes se les comunica que tienen secuestrados a sus conocidos o parientes, y que en caso de no depositar el dinero del rescate se atentará contra su vida.
Según datos de la Procuraduría General de Justicia del Estado, el 4 por ciento de estos engaños telefónicos se concreta en un fraude, con la particularidad de que en las últimas semanas las llamadas proceden de un número con lada de La Paz, una condición que infunde más temor entre la víctima, a diferencia de las anteriores que procedían de otras entidades.