La Paz, B.C.S. (OEM-Informex).- Nuestra gran tradición paceña, nos llena de una gran alegría, grandes deseos y propósitos del año nuevo, para ser mejores, pero sobre todo una gran ilusión en los niños que cada año, hacen su cartita explicando que se portaron muy bien, al pedirle a Santa Claus sus regalos navideños.
Los niños de todo el mundo tienen esta gran ilusión, la fantasía, la magia, de poder ver a Papa Noel, a San Nicolás, al Viejito Pascuero, al Padre Hielo, o a Santa Claus, en el cielo, volando por los aires, sentado en un trineo, jalado por nueve renos, gritando Jo, jo, jo, jo… Feliz Navidad, todos felices repartiendo los regalos de los niños de todos lados del mundo.
Este mítico personaje decembrino, inspirado en la blanca Navidad, en la época de dar y recibir regalos, recorre el mundo vestido con un traje rojo, con bordes blancos, una barba blanca abundante, unas botas de nieve, de tez rosada, una gran sonrisa, lentes, y un gran saco lleno de regalos para compartir.
La verdadera historia de Papa Noel o San Nicolás, está inspirada en el Obispo Nicolás de Myra, del Siglo IV, en Anatolia, Turquía. Nicolás venía de una familia de mucho dinero, aunque él era muy sencillo y servicial con los demás. Cuando murieron sus padres, el muchacho conmovido por su desgracia, empezó a repartir toda su riqueza y bienes, entre los más necesitados. Entonces se destacan las historias de milagros y bondad, a los más pobres; surge la leyenda de este repartidor de obsequios, regalos y bienes.
La gran leyenda de Nicolás de Bari, se origino por algunas historias donde su mítica fama va en aumento al repartir obsequios. Una de las historias narra que un empobrecido hombre es el padre de tres hijas, pero no podía casarlas, al no tener los recursos necesarios Entonces Nicolás al tener la edad de casarse, le entrego una bolsa llena de oro, a cada hija del señor, Cuenta la leyenda, que todo esto fue hecho en secreto, por el sacerdote. Esté entro por la ventana, y puso la bolsa de oro, adentro de los calcetines de estas niñas; estos calcetines colgaban arriba de la chimenea, ya que estaban mojados.
La imagen de Santa Claus llega a Estados Unidos, en 1624, proveniente de Holanda. Este viejito de barba blanca y traje rojo, que lleva regalos a los niños que se portan bien en todo el año, en 1870, queda consagrado este personaje navideño como tal, siendo usado como una gran herramienta comercial de la época decembrina.
En nuestra región paceña convergen muchas tradiciones, adoptamos todo tipo de celebraciones, con un estilo muy especial, que pretende seguir conservando esa magia, creencias, fiestas, pero sobre todo, una fe paceña navideña, que le da vida a Santa Claus, para que no muera esta tradición de creer en algo, la ilusión que todo niño lleva dentro por ver pasar a este gran personaje, en un trineo, a los nueve renos que viajan desde el Polo Norte, solo para llevar regalos, ilusiones y fe a la humanidad.