La Paz, Baja California Sur. (OEM-Informex).- Eli Ruiz tomo la decisión de ser enfermera porque le tocó desde pequeña el cuidado de su abuelo paterno y desde la edad de los 4 años ella ya decía que iba a ser de las que iba a ayudar a sacar a los bebés en los partos (enfermera gineco-obstetra), nunca se le quitó la idea de estudiar la carrera y fue a la edad de los 15 años (en el 2008) que fue cuando entro a la escuela de enfermería en el Conalep plantel La Paz BCS.
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En un principio se le complicó un poco porque una maestra la puso a prueba, porque le vio mucho potencial y madera como enfermera, ya que se destacaba en todos los sentidos, aportando en todo momento dotes de empatía y comunicación y ello le dio más animo de continuar, puesto que en todo momento absorbía el conocimiento.
En 2011 termino la escuela , para inmediatamente comenzar su periodo de servicio social (2011-2012), en ese lapso de tiempo tuvo su primer gran desafío en la vida, ya que salió embarazada y al mismo tiempo realizaba su servicio lejos de su familia, pero lo terminó y se tituló a pesar de todo.
Fue en el año del 2013 que inicio a trabajar y ha sido la mejor decisión que ha tomado, ya que poco a poco también ha ido aprendiendo de sus compañeros y de las buenas y malas experiencias con los pacientes y familiares, ya que el ser enfermera es una gran responsabilidad.
EL INICIO DE UNA PANDEMIA: COVID-19, EL TRABAJO QUE HAY DETRÁS DE ELLA
Cuando empezó a escuchar del Covid-19 pensó que iba a ser algo parecido a lo que se vivió con la influenza H1N1, aunque un poco más preocupante, porque es algo nuevo de lo cual no se tenía conocimiento ni el cómo se va a ir comportando la enfermedad en las personas.
En las noticias o las notas médicas que se habían dado a conocer no se tenía una descripción de cómo era hasta que poco a poco se fue conociendo un poco más, y pues la verdad el cómo lo íbamos a manejar , ya que como bien se conoce, ningún hospital tiene todo para poder manejar algo a un gran nivel.
Además de cómo se iban a involucrar en la atención y por supuesto que hay momentos muy agotadores porque no sabes qué te va a llegar principalmente en el área de urgencias y el cómo las personas van a tomar las indicaciones médicas y que estén de acuerdo al Triage (termino Francés que se emplea en el ámbito de la medicina para clasificar a los pacientes de acuerdo a la urgencia de la atención) ya que no aceptan aún lo que es esta nueva enfermedad y llevan su vida como lo estaban haciendo meses atrás, antes de la pandemia, comenta Eli Ruiz.
MADRE Y ENFERMERA
La verdad sí ha sido difícil porque es desde evitar un abrazo o acercamiento de mis hijos, a tener que cambiar todo el protocolo de mi llegada a mi casa, tanto ya sea de mi trabajo como hasta cuando voy al supermercado, porque lo principalmente que yo busco es el bienestar de mis hijos y de los miembros que viven en la casa junto conmigo.
Hay veces que se me parte el corazón escuchar a mi hijo más pequeño llorar porque se acaba de despertar y no puede abrazarme, y sé que muchas de mis compañeras se han tenido que separar de sus hijos para poder trabajar y verlos a través de una reja o una ventana y es muy difícil escucharlas.
PERSONAS QUE NO CREEN EL EN COVID-19
Hasta el momento está muy dividida la sociedad ya que hasta que no les toca, o ven a un familiar o amigo que se infecto del Covid-19 empiezan a creer y no toman conciencia, aunque les toca vivirlo aún así no lo aceptan y culpan al personal de la salud de la situación.
Somos muchos enfermeros que la verdad ya estamos muy cansados de que la gente no toma conciencia y de que vaya nosotros estamos en el área ya sea 6 u 11 horas y no comemos, no tomamos agua y salimos lastimados por los googles y la mascarilla, la gente anda a gusto en fiestas y andan como si todo fuera una simple gripe ( quizás muchos si solo así lo presenten).
Hay otros que no y es lo que más nos agota y nos preocupamos ya que sabemos que no hay insumos suficientes para atender a una gran población en las tres instituciones.
Es tiempo de que la sociedad tome conciencia y no solo vean por ellos, si no también por los demás que viven en sus hogares, porque a pesar de que ellos no presenten síntomas puede que otro familiar sí, ya que cuando entran al hospital no pueden ver a su familia.
No pueden ni vernos la cara a nosotros, sólo los ojos y creo que es una desesperación tremenda tanto para ellos como para nosotros, el intentar darles un mejor servicio a pesar de estar ahí adentro con todo lo que nos ponemos y nos es difícil de trabajar, finaliza Eli Ruiz enfermera.
